Dicen que soy un gran escritor. Agradezco esa curiosa opinión, pero no la comparto. El día de mañana, algunos lúcidos la refutarán fácilmente y me tildarán de impostor o chapucero o de ambas cosas a la vez.
Jorge Luis Borges
La belleza no mira, sólo es mirada.
Albert Einstein
Si estás en Italia y necesitas comer, acude a la corte del Alfonso V de Nápoles.
Alfonso V de Aragón
Pensamiento y estudio son igualmente necesarios para la felicidad de un país y para la vida de una ciudad. En el primero previenen las inquietantes sensaciones de indolencia y permiten el placer sublime de crear para la belleza; en la segunda, hacen que la disipación no sea objeto de necesidad y, consecuentemente, de interés.
Ann Radcliffe
La ambición es el camino al éxito, la tenacidad, el vehículo en que se llega.
Bill Eardley
Es inútil aconsejarcalma a los humanos cuando experimentan esa inquietud que yo experimentaba. Si necesitan acción y no la encuentran, ellos mismos la inventarán.
Charlotte Brontë
No es que los oráculos hayan dejado de hablar, sino que los hombres han dejado de escucharlos.
Georg Christoph Lichtenberg
Tanto me satisface mi hermosura que en otro amor jamás ni pensaré ni buscaré ternura.
Giovanni Boccaccio
Todo el tiempo que deja de emplearse en pensar en la muerte es tiempo malgastado y perdido.
Giuseppe Antonio Borgese
Para estar absolutamente seguro de algo, uno debe saber todo o nada al respecto.
Henry Kissinger
No hay sabiduría sin prudencia. No hay filosofía sin cordura.
Jaime Balmes
No tu mano: la tinta escribe a ciegas estas pocas palabras.
José Emilio Pacheco
Un charquito de agua, aunque sea fangosa, refleja siempre el cielo. Así pasa con nuestros pensamientos. He ahí materia para nuestro orgullo.
Jules Tannery
Sobre Pete Doherty y Tom Chaplin: Los niñatos pijos no pueden tomar drogas, son peso pluma. Se meten una rayita pequeña y ya están en rehabilitación.
Liam Gallagher
Es tan ligera la lengua como el pensamiento, y si son malas las preñeces de los pensamientos, las empeoran los partos de la lengua.
Miguel de Cervantes
Te sigo a vos, vos a mí, los dos la seguimos a ella, ella a ellos, ellos a nosotros. Así andamos por la vida, siguiéndonos. Sin rumbo.
Sandro Centurión