Informar, al igual que quejarse sin proponer, no es sólo necio sino inútil.
Jorge González Moore
El amor mismo es de corta duración, como una flor. En el hombre muere de muerte natural con el matrimonio; en la mujer sobrevive a menudo hasta el fin, transformado en puro cariño materno por el caído héroe de sus sueños.
Axel Munthe
Lo que hace que Estados Unidos sea excepcional son los lazos que mantienen unida a la nación más variada del mundo.
Barack Obama
Cuando todo se mueve al mismo tiempo, en apariencia nada se mueve.
Blaise Pascal
Si encuentras a alguien que amas en la vida, entonces aférrate a ese amor.
Diana de Gales
El genio convierte la excepción en regla.
Eugenio Trías
Una mujer nunca debe casarse con el hombre de quien está enamorada, porque haría de ella una perfecta esclava.
George Bernard Shaw
En Colombia todavía tenemos que pensar de dónde venimos, quiénes somos y a dónde queremos ir. Yo aspiro a que algún día tengamos esa sed de grandeza que hace surgir a los pueblos de la nada hacia el Sol.
Íngrid Betancourt
Y te vuelves hacia mí, sonriéndome. Yo pienso en cómo ha pasado el tiempo, y te recuerdo así.
Jaime Gil de Biedma
El arte de la política consiste precisamente en saber cuándo es necesario golpear a un adversario ligeramente por debajo del cinturón.
Konrad Adenauer
Te doy un beso en la frente para que la conserves pura. Esa es tu herencia.
Leandro Alem
Pido perdón al tiempo. Pongo mi palabra en plaza pública - qué más da - para que le muerda un perro, le agreda la intemperie, le asfixie el smoke de tanta mentira, de tanto olvido putrefacto, que no pudo pasar por los sumideros sociales; y tanta moda burda...
Luis Alberto Costales
Vale la pena vivir, aunque fuera solo porque sin la vida no podríamos leer ni fantasear historias.
Mario Vargas Llosa
No interrumpas a una mujer que baila para darle un consejo. No hables de cosas abstractas a las gentes superficiales.
Pitágoras
Ahora el negro puede dar la mano a un blanco sin complejo alguno.
Ryszard Kapuściński
El hambriento no razona, no le importa la justicia, ni escucha las oraciones.
Séneca