La corrupción es causa directa de la pobreza de los pueblos y suele ser la razón principal de sus desgracias sociales.
Jorge González Moore
Hoy tenemos un programa Kinder, ¡con un huevo de sorpresas!
Andreu Buenafuente
Los hombres se asemejan a los Dioses cuando hacen el bien a la humanidad.
Cicerón
Una pintura requiere un poco de misterio, algunas imprecisiones y fantasías.
Edgar Degas
Me he sentido más satisfecho como actor que como director, quizá tengo un mayor dominio de esta primera profesión.
Fernando Fernán Gómez
Sigo vivo, sigo atento, y observando con el tiempo esta extraña enfermedad inclasificada que te afecta muy deprisa, que te quita la sonrisa, cuyo síntoma es que ya no importa nada.
Fito Páez
Hay reproches que alaban, y alabanzas que reprochan.
François de La Rochefoucauld
Nada nuevo puede haber sin ser aleatorio.
Gregory Bateson
No existe en la historia humana memoria de un filósofo dichoso.
H. L. Mencken
Estamos avanzando hacia nuevas síntesis, hacia un nuevo naturalismo, que combina la tradición occidental, con su énfasis en las formulaciones experimental y cuantitativa, con la tradición china dirigida hacia una imagen de mundo auto organizándose espontáneamente.
Ilya Prigogine
Renunciar a la libertad es renunciar a la condición de hombre, a los derechos de la humanidad; es renunciar incluso a los propios deberes.
Jean-Jacques Rousseau
Con la intervención de Dios es perfectamente posible la teoría de Darwin.
Jorge Loring Miró
No estoy nunca sin ti, ni estoy contigo.
José Bergamín
Si hay algo que puedo enseñarte es a encontrar lo mejor de ti. Y cuando lo hagas, aférrate a ello hasta el final.
Laura Dern
En nuestro país hay fanáticos religiosos que pretenden ante todo que la religión gobierne la vida: la filosofía, la política, la moral y la economía. Rechazan someterse al enemigo y también negociar con él. No quieren aceptar una solución pacífica, a menos que les produzca los mismos resultados que la propia victoria.
Naguib Mahfuz
Pero hacia el ensueño navegando un día, escuché lejano canto de sirenas y enfermó mi alma de Melancolía.
Ramón María del Valle-Inclán