La vida cambia lo que fue primero y lo que más tarde es no lo asegura, y la memoria, que el rigor madura, no defiende su fruto duradero.
Jorge Cuesta
Aun si digo sol y luna y estrella me refiero a cosas que me suceden. ¿Y qué deseaba yo? Deseaba un silencio perfecto. Por eso hablo.
Alejandra Pizarnik
Las naciones salvajes y furiosas, que les gusta la guerra, adoran, bajo nombres diversos, a algún dios, conforme a sus ideas, es decir, cruel, carnívoro y egoísta.
Barón de Holbach
Sólo envejecemos de verdad, por dentro, cuando dejamos de amar y de sentir curiosidad.
Elsa Punset
Tal vez toda nuestra vida no sea más que un, sueño continuo; tal vez el instante de nuestra muerte será un repentino despertar.
François Fénelon
Predica la fe hasta que tú mismo la obtengas, y luego la predicarás porque ya la posees.
Friedrich Nietzsche
El mundo espiritual es peligroso.
Henry Thomas
Las grandes transformaciones económicas de la historia ocurren cuando una nueva tecnología en el campo de la comunicación converge con unos sistemas energéticos también novedosos.
Jeremy Rifkin
Darán muchas palmas, saldrá mucha gente a la calle, y después se olvidarán de él, así es la ley de la vida, triunfo y olvido.
José Saramago
Mi vida es un malestar concentrado, difundido entre todos nosotros por crisis familiar, violencia, falta de trabajo y una ausencia total de dios.
Kurt Cobain
Una casa es una máquina para vivir. La casa debe ser el estuche de la vida, la máquina de felicidad.
Le Corbusier
El otro día Bono se me acercó y me dijo: ¿Cómo andás, hijo?, No soy tu hijo, pedazo de imbécil.
Liam Gallagher
Un valor vulnerado y una ilusión desenmascarada suelen tener el cuerpo igual de mortificado, se parecen, y no hay nada más fácil que confundirlos.
Milan Kundera
Si tengo salud y ganas y algo nuevo que decir de mí y puedo provocar sorpresa, creo que tengo que seguir. Pero depende de mi naturaleza y de cómo me sienta.
Paco de Lucía
Dar es acercarse a la riqueza, tomar es acercarse a la pobreza.
Ramon Llull
Su vida estaba llena de experiencias, pero de ellas no había extraído ninguna lección; lo cual le salvaba de morir entre miles de proverbios.
Vitaliano Brancati