La capacidad para cambiar la perspectiva es, sin duda, una de las herramientas más efectivas a nuestra disposición.
Jorge Bucay
Tiempo y tranquilidad me han faltado, hasta hoy, para desprenderme de mis angustias y ver así lo que está a mí alrededor. Pero, si continúo escribiendo, he de procurarme el tiempo y la tranquilidad que para ello me harán falta.
Alfonsina Storni
... es un tópico manoseado que nada se puede expresar con tal corrección que no se lo pueda viciar interpretándose mal.
Baruch Spinoza
Tu alma es muy hermosa -repuso la voz grave del hombre- y te doy las gracias. No hay emperador que haya recibido regalo igual. Esta noche los ángeles lloraron en el cielo.
Gastón Leroux
Como siempre, la consideración de su muerte lo serenaba tanto como lo turbaba la muerte de los demás. Tal vez porque, a fin de cuentas, su muerte era el final del mundo.
Giuseppe Tomasi di Lampedusa
¡Tú, tú, tú, mi incesante primavera profunda mi río de verdor agudo y aventura!
Jorge Guillén
Nunca mucho costó poco.
Juan Ruiz de Alarcón
El deporte es el único entretenimiento que, no importa las veces que lo vea, nunca se sabe el final.
Neil Simón
Sentía una especie de ira, de rencor, sontra esos jóvenes holgazanes que a menudo pasan por el lado, frescos y ligeros, bien saciados, vestidos correctamente y perfumados, mientras que uno, sucio, harapiento, descalzo y apestando a estiércol, se ocupaba de la paja de los terneros.
Néstor Majnó
La experiencia demuestra que los hombres y las palabras son incapaces de gobernar los acontecimientos.
Nicolás II de Rusia
No hay nada en el mundo más difícil que convencer a alguien de una verdad desconocida.
Patrick Rothfuss
Doña Rosa, ¿Está Pablito? -Sí, pero está resfriado. ¿Y no puede salir? -No puede, está en cama. ¿Y su pelota puede salir? ¡Plop!
Pepo
El fútbol no es un juego perfecto. No comprendo por qué se quiere que el árbitro lo sea.
Pierluigi Collina
Prueba es de virtud el desagradar a los malvados.
Séneca
En amor, cuando el dinero se comparte se aumenta el amor; cuando se da, se mata el amor.
Stendhal
El arte de la seducción siempre consiste en dar con los puntos débiles de los seres humanos.
Stieg Larsson