Cuidado con el lisonjero. Te está alimentando con una cuchara vacía.
Jonathan Swift
Algunas canciones son como tatuajes en el cerebro, las escuchas y se quedan allí.
Carlos Santana
Dios es un vertebrado gaseoso.
Ernst Haeckel
Hay personas tan ligeras y tan frívolas, que son tan incapaces de tener verdaderos defectos como sólidas cualidades.
François de La Rochefoucauld
Estoy así mejor. Con las dos manos diáfanas para encender la lámpara en la noche, cuando tú vuelvas.
Gonzalo Escudero
El presente para los ricos y el porvenir para los virtuosos.
Jean de la Bruyere
Se espera que el informe dado aquí, a pesar de sus deficiencias, puede servir como un estudio piloto para el desarrollo de un estudio más adecuado y comprensivo de los varios estados de conciencia.
John Grinder
La creatividad es un hábito, y la mejor creatividad es el resultado de los buenos hábitos de trabajo.
José Antonio Marina
Los ambiciosos que no se contentan con el beneficio de la vida y la belleza del mundo, tienen por castigo el no comprender la vida y el quedar insensibles a la utilidad y belleza del universo.
Leonardo da Vinci
Soy tu ocio del domingo, tu pasión, tu séptimo día y tu séptimo cielo.
Marina Tsvetáyeva
El hombre cree que desempeña su papel en determinada obra y no sabe que mientras tanto han cambiado el decorado en el escenario sin que lo note y sin darse cuenta se encuentra en medio de una representación completamente distinta.
Milan Kundera
El silencio después de Mozart, también es Mozart.
Sacha Guitry
Me importa un comino el diploma. Lo que quiero es conocimiento.
Soichiro Honda
El tuberculoso podía ser un proscrito o un marginado, en cambio la personalidad del canceroso, lisa y condescendientemente, es la de un perdedor.
Susan Sontag
Haz como si tomaras la vida en serio. Los listos, si te creen, te considerarán digno de confianza; si no te creen, te tomarán por listo.
Walter Serner
Incluso la menor insinuación de que pudiera tener una fantasía más o menos viva le ofendía gravemente. Tal vez una semana atrás yo también me habría sentido ofendido, pero ahora la cosa es distinta, pues sé que tengo fantasía y que estoy soñando. Y sé también que no quiero curarme.
Yevgueni Zamiatin