Mi formidable percepción intuitiva del ser femenino me dice que estáis preocupada.
Johnny Depp
Nunca doy opiniones. Las opiniones que tengo sobre cualquier cosa están en mi vida personal.
Al Pacino
Vamos a hacer limpieza general o, mejor todavía, una mudanza que nos permita abandonar las cosas sin tocarlas siquiera, sin mancharnos, dejándolas donde han estado siempre; vamos a irnos nosotros, vida mía, para empezar a acumular de nuevo. O vamos a prenderle fuego a todo y a quedarnos en paz, con esa imagen de las brasas del mundo ante los ojos y con el corazón deshabitado.
Amalia Bautista
Dicen que el hombre no es hombre mientras no oye su nombre de labios de una mujer.
Antonio Machado
Yo doy todos mis versos por un hombre en paz. Aquí tenéis, en carne y hueso, mi última voluntad.
Blas de Otero
Las inteligencias de los animales racionales se moldean únicamente a base de realidades.
Charles Dickens
Las verdades de la razón son necesarias y su opuesto es imposible: Las verdades de hecho son contingentes y su opuesto es posible.
Gottfried Leibniz
Vida ciudadana: millones de seres viviendo juntos en soledad.
Henry David Thoreau
Vosotros estáis en el pleno goce de vuestros derechos: ved ahí el fruto de mis ansias y desvelos, y ved ahí también todo el premio de mi afán. Ahora en vosotros está el conservarlo. Yo tengo la satisfacción honrosa de presentaros de nuevo mis sacrificios y desvelos, si gustáis hacerlo estable. Nuestra historia es la de los héroes.
José Gervasio Artigas
Cuántas veces los temores vienen a amargarnos la vida y al final resulta que no tenían ni fundamento ni razón de ser.
José Saramago
No vengas aquí si eres militar, te vamos a debilitar, a quitar las ganas de gritar.
Kase.O
El sueño del escritor es ser escultor de palabras y pintor de ideas.
Paul Carvel
La virtud del virtuoso, la envidia el oso.
Roberto Fontanarrosa
Si me das de tu boca, de tu boca bebo a sorbitos agua del cielo.
Rosana
Al que trato de amor, hallo diamante y soy diamante al que de amor me trata.
Sor Juana Inés de la Cruz
La compasión y no la venganza es lo que guía mi flecha a su cabeza.
Suzanne Collins