El éxito nunca es definitivo, el fracaso no es fatal. Es el valor que cuenta.
John Wooden
No existe la muerte, sólo cambian las condiciones de vida.
Annie Besant
El mando de muchos no es bueno; basta un solo jefe.
Aristóteles
Vivir moralmente vale más que vivir.
Aunque no crea en Dios, un Dios me crea.
Armando Uribe Arce
No pongas la confianza en todos los hombres, sino en los que son dignos; lo primero indica estupidez; lo segundo, sabiduría.
Demócrito
El abrazo de una mujer puede no dejar huella ninguna en en alma, pero siempre deja alguna huella en la solapa.
Enrique Jardiel Poncela
Yo, lo confieso, soy de los que piensan que la capacidad de elección y el impulso deben venir de abajo, no de arriba, y de los ciudadanos, no del legislador. La doctrina contraria me parece que conduce al aniquilamiento de la libertad y de la dignidad humana.
Frédéric Bastiat
Conozco a centenares de maridos que volverían felices al hogar si no hubiera una esposa que les esperara. Quiten a las esposas del matrimonio y no habrá ningún divorcio.
Groucho Marx
Cuando más hacemos, más podemos hacer; cuando estamos más ocupados es cuando tenemos más tiempo para divertirnos.
Henry Hazlitt
¿Sabe usted lo que significa amar a la humanidad? Significa solamente esto: estar contentos de nosotros mismos. Cuando uno está contento de sí mismo, ama a la humanidad.
Luigi Pirandello
Era consciente de que pertenecía al público, pero no por mi físico o por mi belleza, sino porque nunca antes había pertenecido a nadie.
Marilyn Monroe
Un abogado con su maletín puede robar más que cien hombres con pistolas.
Mario Puzo
Sólo puede entenderse la sociedad mediante el estudio de los mensajes y de las facilidades de comunicación de que ella dispone y, demás, que, en el futuro, desempeñaran un papel cada vez más preponderante los mensajes cursados entre hombres y máquinas, entre maquinas y hombres y entre maquina y maquina.
Norbert Wiener
Y pensar que lo que menos hice en mi vida fue tener sexo.
Sigmund Freud
Mi prisión será mi tumba antes de ceder un ápice; pues mi conciencia no se debe a ningún mortal.
William Penn