No dejes que lo que no puedes hacer interfiera con lo que puedes hacer.
John Wooden
Te voy a escribir la canción más bonita del mundo, voy a capturar nuestra historia tan sólo un segundo.
Amaia Montero
Nadie encuentra completa dicha en este mísero mundo, y que es rarísimo hallar dos caracteres en completo acomodo y compenetración dentro de la jaula del matrimonio, pues el diablo o la sociedad o Dios mismo desconciertan y cambian las parejas para que todos rabien, y todos, cada cual en su jaula, hagan méritos para la gloria eterna.
Benito Pérez Galdós
El tiempo perdido nunca se vuelve a encontrar.
Benjamin Franklin
De la edad madura, lo mejor que puede decirse es que la persona que ha llegado a ella, probablemente ha aprendido a reírse un poco, a pesar de sus propias cavilaciones.
Don Marquis
La teoría de la reencarnación es el punto de partida de la historia del hombre.
Friedrich Nietzsche
Aunque la verdad de los hechos resplandezca, siempre se batirán los hombres en la trinchera sutil de las interpretaciones.
Gregorio Marañón
Si por mi fuera, pillaría todos los libros que hay, haría una pila enorme con ellos y los quemaría todos. Los libros sólo sirven para que los listos farden acerca de toda la mierda que han leído. Todo lo que necesitas saber lo puedes sacar de la prensa y de la tele. Capullos pretenciosos. Ya les daré yo jodidos libros.
Irvine Welsh
El 32 no pasa, la ciudad nunca duerme.
Kase.O
Aquél que sobrepasa o subyuga a la humanidad debe mirar el odio que tienen los oprimidos.
Lord Byron
Mis ideas no se apartan de la razón y justicia que concibo, ni jamás se han dirigido a formar partidos, ni seguirlos.
Manuel Belgrano
Soportamos los vicios conocidos y reprobamos los nuevos.
Publilio Siro
No hay un mal que dure cien años, ni hay idiota que lo soporte.
Ricardo Arjona
Había sido impotente para luchar contra ellos, y ahora era casi impotente para luchar por ellos. Los detestaba por haberle impuesto tal impotencia.
Ursula K. Le Guin
El amor empieza siempre por el amor.
William Shakespeare
Después de todo, yo soy en parte dueña de mi propia vida y J. R. no puede vivir la suya aparte de la mía.
Zenobia Camprubí Aymar