Cuando el producto de la propia mente es el sujeto, la objetividad es una ilusión. Todos creemos que tenemos una mente abierta, pero en realidad nadie la tiene. En tales circunstancias, que alguien haga de abogado del diablo es vital.
John Verdon
Quien no ha tenido tribulaciones que soportar, es que no ha comenzado a ser cristiano de verdad.
Agustín de Hipona
Ninguna cantidad de experimentación puede probar definitivamente que tengo razón; pero un solo experimento puede probar que estoy equivocado.
Albert Einstein
Cuando los hombres mienten, el lenguaje de su cuerpo puede ser evidente. Cuando las mujeres mienten, prefieren aparentar estar ocupadas.
Allan Pease
Cuando te vuelvas senil, no lo sabrás.
Bill Cosby
A los que cometen actos dignos de destierro o prisión, o son merecedores de castigo debe condenárseles, y no absolverlos.
Demócrito
La vida real del hombre es feliz principalmente porque siempre está esperando que ha de serlo pronto.
Edgar Allan Poe
La Biblia no dice qué dieta siguió Noé para llegar al Diluvio con seiscientos años de edad, ni cuál fue el método que usó la mujer de Abraham para quedar embarazada a los noventa, ni aclara si sabía hablar en hebreo la burra de Balaam, que discutía con su amo.
Eduardo Galeano
Lo que más me gustaba es que no pedía permiso, simplemente decía: Soy así. Ámenme o déjenme. Eso es Rock&Roll. Es desafiar y decir: Adelante, da tu mejor golpe.
Gene Simmons
Amo el arte, y no creo en él. Me acusan de egoísmo, y no creo en mí más que en otra cosa. Amo la naturaleza, y con frecuencia el campo me parece estúpido. Amo los viajes y detesto menearme.
Gustave Flaubert
Porque la piel de tus labios y de tu lengua es como una madera roja y empapada de savia.
Jorge Debravo
Un buen rey sabe cuando reservar su fuerza y cuando destruir a sus enemigos.
Lena Headey
Dios perdona a quienes inventan lo que necesitan.
Lillian Hellman
Si es difícil vivir, es aún mucho más penoso explicar nuestra vida.
Marguerite Yourcenar
Mi tiempo aún no tiene límites: yo acompañé el éxtasis del mundo, como la música en sordina del órgano acompaña una voz de mujer.
Ósip Mandelshtam
Nunca se te olvida la cara de quien es tu ultima esperanza.
Suzanne Collins