Tener derecho, pues, es tener algo cuya posesión debe garantizar la sociedad.
John Stuart Mill
Muy a menudo amamos las cosas y usamos a las personas, cuando deberíamos estar usando las cosas y amando a las personas.
Abraham Lincoln
¡Que muerda y vocifere vengadora, ya rodando en el polvo, tu cabeza!
Almafuerte
Cuando apareció la televisión matinal, parecía que la radio se nos iba a acabar, sin embargo han coexistido perfectamente.
Carlos Herrera
Si la vida te da un limón, haz limonada.
Dale Carnegie
Tú sabes, cuando construyes un castillo de mocos con tu hija, que es tiempo de calidad. Es en realidad lo que vivimos ahora, y lo hemos construido nosotros mismos.
Eminem
Cuando me encuentro con una criatura, encuentro la voluntad del poder.
Friedrich Nietzsche
La señal del genio, su única gloria, la obligación hereditaria de los espíritus geniales estriba en inventar formas nuevas fuera de lo convencional y acostumbrado.
Hippolyte Taine
El aborto es algo propio de los bolcheviques y que, junto con la eutanasia, forma parte de las viejas recetas de los totalitarismos que han asolado Europa.
Jaime Mayor Oreja
Una gran simpatía por los demás proviene de un alto grado de adhesión a sí mismo.
Kōbō Abe
La música puede ser un medio para la rápida destrucción de la sociedad.
Lenin
La espiritualidad necesita ser cósmica, que nos permita vivir con reverencia el misterio de la existencia, con gratitud por el don de la vida y con humildad respecto al lugar que el ser humano ocupa en la naturaleza.
Leonardo Boff
Tu porvenir es sombrío... muy sombrío, y se apaga como la candela.
Marie-Claire Blais
La palabra es mitad de quien la pronuncia, mitad de quien la escucha.
Montesquieu
Estos artículos tan anunciados -dentífricos, calcetines, neumáticos, cámaras fotográficas, calentadores de agua- eran para él símbolos y pruebas de excelencia; primero los signos, luego los sustitutos de la alegría, de la pasión, del sentido común.
Sinclair Lewis
Durante muchos minutos, durante muchas horas, durante toda una eternidad, Babbitt permaneció despierto, tiritando, aterrorizado, comprendiendo que había conquistado la libertad, y preguntándose qué podría él hacer con una cosa tan desconocida y tan desconcertante como la libertad.