Usted ya no es un hombre; es usted un soldado. Sus preocupaciones no tienen importancia, teniente, y tampoco su vida tiene mucha.
John Steinbeck
No hay que correr nunca tras un tranvía y una acción. !Paciencia! La próxima llega con toda seguridad.
André Kostolany
Descubre aquello que es bueno dentro tuyo. Procura por encima de todo ser gente, yo también voy a intentar. ¡Hey! Tú... ahora ve en paz. Yo preciso decirte que... TE ADORO, simplemente porque existes.
Charles Chaplin
Los vicios entran en la composición de las virtudes como los venenos en las medicinas. La prudencia los reúne y los combina para utilizarlos beneficiosamente contra los males de la vida.
François de La Rochefoucauld
Pibe, yo tengo un laburo más difícil que el plomero del Titanic.
Héctor Veira
El mundo está tan lleno de opiniones como lo está de personas. Y usted sabe qué es una opinión. Uno dice esto, y algún otro dice aquello. Cada cual tiene una opinión, pero la opinión no es la verdad; por lo tanto, no escuche una mera opinión, no importa de quién sea, sino descubra por sí mismo qué es lo verdadero. La opinión puede cambiar de la noche a la mañana, pero no podemos cambiar la verdad.
Jiddu Krishnamurti
Si Ud. Se pone a trabajar en sus metas, sus metas se pondrán a trabajar para Ud. Si Ud. Se pone a trabajar en su plan, su plan se pondrá a trabajar para Ud. Todo lo bueno que construimos, acaba construyéndonos.
Jim Rohn
Estoy comprometido con la verdad, no con la consistencia.
Mahatma Gandhi
Es necesario mantener nuestra brújula en los ojos y no en la mano, para que las manos ejecuten, pero los ojos juzgen.
Miguel Ángel Buonarroti
Juzgo que estoy muy medrado sólo en haber alcanzado a contentarme con poco.
Miguel Moreno
Todos necesitamos a alguien con quien hablar.
Nicholas Sparks
La rosa no es más que la forma por un instante en alto de lo que el corazón llama por lo bajo sus delicias.
Paul Claudel
No hay libro por malo que sea, que no tenga algo bueno.
Plinio
Si quieres saber cómo trata un hombre a su mujer y a sus hijos, mira cómo trata sus libros.
Ralph Waldo Emerson
No había más que darle un toquecito ligero en la espalda de vez en cuando. Y cuando se daba la vuelta movía el trasero a saltitos de una manera graciosísima. Me encantaba. De verdad. Para cuando volvimos a la mesa ya estaba medio loco por ella.
Salinger
La esperanza te hace olvidar todas las horas difíciles.
Soichiro Honda