Debí saber que se acercaba el fin. Cada vez que un viejo empieza a hablar de Napoleán, sabes que se van a morir.
John Slattery
Yo creo que la melancolía es el estado de locura del arte. De revelación e inspiración. Es Hamlet con la calavera en la mano.
Arturo Duclos
Una misma cosa puede ser al mismo tiempo buena, mala, e indiferente. Por ejemplo, la música es buena para la melancolía, mala para los que están de luto, y ni buena ni mala para el sordo.
Baruch Spinoza
No pongas la confianza en todos los hombres, sino en los que son dignos; lo primero indica estupidez; lo segundo, sabiduría.
Demócrito
En el reino humano de la ciencia, lo mismo que en el reino de Dios, es aplicable la misma verdad de que ninguno entrará en él si no se hace como un niño pequeño.
Francis Bacon
Nunca he buscado el éxito para obtener fama y dinero. Es el talento y la pasión lo que cuenta para tener éxito.
Ingrid Bergman
La democracia otorga a cada uno de los hombres el derecho a ser el opresor de sí mismo.
James Russell Lowell
Si a ratos me puso cuernos la fortuna fue de forma fraudulenta.
Joaquín Sabina
Aullaban, saltaban, giraban, hacían muecas horribles; pero lo que en verdad estremecía al pensamiento era la idea de que poseían una humanidad, idéntica a la propia, la idea del remoto parentesco con su salvajismo.
Joseph Conrad
¡Qué desgraciados seríamos si no estuviéramos orgullosos de nuestros antepasados!
Laure Conan
No hay que darse por vencidos ni aun estando vencidos.
Loquillo
Los oídos no pueden escuchar ni la lengua puede escribir las torturas de ese infierno interior.
Lord Byron
Sabía que el desorden del mundo no puede sino aumentar, que el ruido de fondo crecerá hasta cubrir toda señal coherente, creía que si ejecutaba con cuidado todos sus actos tendría menos culpa en esta lenta desintegración.
Paolo Giordano
El trabajo del pensamiento se parece a la perforación de un pozo: el agua es turbia al principio, más luego se clarifica.
Proverbio Chino
La falta de escrúpulo de la novela ordinaria, sus inverosimilitudes y sus excesivos sentimentalismos, no consiguió Balzac evitarlos nunca por entero en sus novelas, pero sobre todo la fluidez, la ligereza, la velocidad a las cuales acostumbró su mano en los tiempos de su fábrica, fueron a la larga funestas para su estilo.
Stefan Zweig
Un hombre puede hallarse en posesión de la verdad con la misma justicia con que posee una fortaleza, y, sin embargo, verse forzado a rendirse.
Thomas Browne