Las personas que experimentan fuertes emociones internas son menos vulnerables al dolor exterior.
John Seymour
Vota temprano y vota a menudo.
Al Capone
Donde no hay niños, no existe el cielo.
Algernon Charles Swinburne
El dinero que sale de la empresa se evapora. Por eso reinvertimos las utilidades. El optimismo firme y paciente siempre rinde sus frutos.
Carlos Slim
Las acciones humanas o bien carecen de toda vileza al proceder de una causa tan buena o, si la tuvieran, han de involcrar al autor en la misma culpa, en tanto que se reconozca que, en última instancia, es su causa y autor.
David Hume
No sabrás lo que tu cerebro puede hacer hasta que establezcas sus límites e intentes traspasarlos.
Deepak Chopra
¿Quién era el que insultaba? Que venga pa acá... ¡Mira el valiente, mira el valiente, mira el valiente cómo da la cara! ¡Qué machotes que son... estos hijos de puta!; a un joven después de que le llamara fascista.
Francisco Javier León de la Riva
Un orden no intencionado puede ser superior a cualquier otro que sea fruto de intencionada creación.
Friedrich Hayek
Estoy perdido para el mundo, aunque mi reino sean todos los mundos posibles, porque yo soy el testigo de mi propia creación. Mi creación es mi pasión. Por eso hago soplar los vientos para que den testimonio de mis llamas.
Gonzalo Rojas
Si pudieran enseñarse mediante reglas el gusto y el genio, no existirían ni el gusto ni el genio..
Joshua Reynolds
¿Qué importa que la estrella esté remota y deshecha la rosa? Aún tendremos el brillo y el aroma.
León Felipe
No ha habido hombre de genio extraordinario sin mezcla de locura.
Séneca
Siempre atraemos a nuestras vidas aquello en lo que creemos con más fuerza, lo que ansiamos más profundamente, lo que imaginamos de un modo más real.
Shakti Gawain
La libertad de amar no es menos sagrada que la libertad de pensar. Lo que hoy se llama adulterio, antaño se llamó heregía.
Victor Hugo
No pienso en lenguajes, sino en imágenes.
Vladimir Nabokov
El movimiento de las olas, día y noche, viene del mar, tú ves las olas, pero, ¡qué extraño! no ves el mar.
Yalal ad-Din Muhammad Rumi