El mayor artista es aquel que en la suma de sus obras ha incorporado el mayor número de sus mejores ideas.
John Ruskin
De toda la memoria, sólo vale el don preclaro de evocar los sueños.
Antonio Machado
La patria, señor inglés, es la madre común, que lo mismo cría y agasaja al hijo deforme y feo que al hermoso y robusto. Olvidarla es de ingratos; pero menospreciarla en público indica sentimientos quizás peores que la ingratitud.
Benito Pérez Galdós
También yo mataría, incluso a ti: me haces soñar sin tregua, no me dejas dormir.
Clara Janés
Haz lo que quieras..., pero con responsabilidad total.
Daniel Lacalle Fernandez
No son las otras tareas las que te frenan de conseguir tus metas. Son las tareas que dejas entrar en tu vida por no definir tus prioridades.
David Valois
Las casas de los dentistas y los teatros de variedades se parecen en que las estrellas se ven al final.
Enrique Jardiel Poncela
El amor a uno mismo, a la propia vida, al propio destino, a nuestros instintos y pasiones e incluso a nuestros propios errores como formas para conocernos, es lo que se denomina egoísmo.
Friedrich Nietzsche
El interés por uno mismo no es más que la supervivencia del animal en nosotros. La humanidad comienza para el hombre con la auto rendición.
Henri-Frédéric Amiel
Sepan que olvidar lo malo también es tener memoria.
José Hernández
¿La cosa más rara que he intentado esnifar? Mi padre. Me esnifé a mi padre. Él fue incinerado y no pude resistir hacerme un tirito con él. A mi padre no le habría molestado, no le importaba una mierda.
Keith Richards
El que sabe nadar puede sacar perlas de las profundidades del mar; el que no, se ahogaría. Por eso únicamente deben correr el riesgo las personas que poseen la instrucción adecuada.
Maimónides
Los trabajadores seguimos siendo el pariente pobre de la democracia.
Marcelino Camacho
La mente es consuelo y remedio de todo.
Nicolas Chamfort
¿De qué frágil cualidad se vuelve el hombre despojado de su cáscara textil?
Rafael Chirbes
Yo prefiero no hacer a nadie responsable. Prefiero decir: Si hay que vestir al desnudo, el hombre debe vestirlo; si el hambriento desfallece, el hombre debe alimentarlo. Prefiero confiar en la empresa humana, en la inteligencia humana, en el corazón y el cerebro humanos. No hay evidencia de que Dios haya intervenido jamás en los asuntos del hombre.
Robert G. Ingersoll