Todos los libros pueden dividirse en dos clases: libros del momento y libros de todo momento.
John Ruskin
La envidia es acaso el peor de los pecados. El goloso come, el lujurioso verifica el acto venereo, el avaro toma su dinero; en cambio el envidioso se reseca en... Bueno, su envidia.
Alejandro Dolina
La sensibilidad, como la voluntad, son creación de mi razón.
Eugenio María de Hostos
A veces podemos aprender más de los errores de un hombre que de sus virtudes.
Henry Wadsworth Longfellow
Para profesar odio a una persona, es preciso, como para amarla, tenerle estimación. A los que no se estima se les desprecia simplemente.
Ignacio Manuel Altamirano
Cuando la gente comete errores lo último que necesita es que la regañen. Es el momento de infundirle valor y hacerle recobrar su confianza.
Jack Welch
La educación es al hombre lo que el molde al barro. Le da la forma.
Jaime Balmes
La verdadera ignorancia no es la ausencia de conocimientos, sino el hecho de negarse a adquirirlos.
Karl Popper
Yo estaba contra las adquisiciones. Ahora vamos a comprar todo lo que veamos. Bueno, eso es un poco exagerado. Somos un poco más estratégicos que eso.
Larry Ellison
Solamente prosperan las bellas artes en aquellos países en que las mujeres son hermosas y graciosas.
Laurent Angliviel de la Beaumelle
No nos molestan aquellos defectos que nosotros no tenemos.
Miguel de Unamuno
Quien sirve a señor malo se acostumbra al mal y pierde el tiempo.
Ramon Llull
La escritura no es en modo alguno un instrumento de comunicación, no es la vía abierta por donde sólo pasaría una intención del lenguaje. Es todo un desorden que se desliza a través de la palabra y le da ese ansioso movimiento que lo mantiene en un estado de eterno aplazamiento.
Roland Barthes
No hay muerte natural: nada de lo que sucede al hombre es natural puesto que su sola presencia pone en cuestión al mundo. La muerte es un accidente, y aún si los hombres la conocen y la aceptan, es una violencia indebida.
Simone de Beauvoir
Ay de las penas de un pobre viejo, De quién extremidades temblandas lo has llevado a tu puerta, De quién los días son disminuidos hasta el plazo más breve posible; Oh dar alivio, y el cielo bendiga tu tienda.
Thomas Moss
¡La instrucción!... Una gran cosa, capaz de infundir respetabilidad hasta a los mayores pecados.
Vicente Blasco Ibáñez