La verdad es escurridiza, y no estoy a gusto con ella. Ningún loco lo está. Así que, aunque lo escriba bien, quizás esté mal. Quizás esté exagerado. Quizás no pasó exactamente como yo lo recuerdo, o quizá tenga la memoria tan forzada y torturada debido a tantos años de fármacos que la verdad me elude siempre.