La novela me daba la oportunidad de habitar las vidas de todos aquellos personajes, de ser todos ellos. Y supongo que aún me siento más cómodo inventando y habitando otras personalidades que este yo, quienquiera que sea.
John Irving
Soy una persona muy cariñosa.
Alicia Keys
Es hombre el que puede decir: Soy; no es hombre el que sólo dice: Mi padre era.
Anónimo
La libertad no es otra cosa que aquello que la sociedad tiene el derecho de hacer y el estado no tiene el derecho de impedir.
Benjamin Constant de Rebecque
Del total de las necesidades de la vida, la de los criados es la que constituye la plaga mayor.
Colley Cibber
Me ató a sus brazos, con placer tan fuerte, que, como ves, ni aun muerta me abandona.
Dante Alighieri
Los preceptos de moral y religión tienen mucha fuerza en las bocas de aquellos que nunca faltaron a ellos.
Fernán Caballero
A esos dos es mejor tenerlos de frente, que tenerlos a la espalda, y a ser posible fríos.
Gian Maria Volonté
El amor otorga en un momento lo que el trabajo puede conseguir apenas en largo tiempo.
Goethe
Terror es el sentimiento que paraliza el ánimo en presencia de todo lo que hay de grave y constante en los sufrimientos humanos y lo une con la causa secreta.
James Joyce
Mis momentos de inteligencia ocurren cuando escucho sin prejuicios a los demás.
Jorge González Moore
No somos capaces de reconocer que ha sido el ser humano el que ha inventado algo tan ajeno a la naturaleza como es la crueldad. Ningún animal es cruel, ningún animal tortura a otro animal. Tienen que seguir las leyes que impone la voluntad de sobrevivir, pero torturar y humillar a sus semejantes son invenciones de la razón humana.
José Saramago
Me puse a llorar, porque no hay nada como oír que el artista que hizo originalmente la canción le gusta tu versión.
Kelly Rowland
Siempre plantee nuevos objetivos en el momento que alcanza los anteriores.
Og Mandino
Dios libra de la angustia al justo, y en su lugar pone al malvado.
Salomón
La disciplina es el mejor amigo del hombre, porque ella le lleva a realizar los anhelos más profundos de su corazón.
Teresa de Calcuta