Nuestra dignidad implica luchar contra su propia negación, implica luchar por un mundo donde la dignidad esté reconocida, donde por lo tanto no haya explotación, no haya poder-sobre. Eso obviamente es parte de la esperanza también, la esperanza implica una proyección hacia un mundo digno, hacia un mundo libre hacia un mundo auto-determinante. Para mí estos dos conceptos van juntos.