El que pretende que la religión se debe encontrar en la iglesia, puede abstenerse de ir a la iglesia.
John Henry Newman
Mi dentista no le gusta el caballo regalado.
Boris Makaresko
Todas mis canciones son experiencias personales.
Demi Lovato
En verdad, lo que amamos en la mujer no es la mujer, sino el espíritu; y quien busque en la mujer más que el espíritu, será abandonado por Brahma.
Emilia Pardo Bazán
Las modas son legítimas en las cosas menores, como el vestido. En el pensamiento y en el arte son abominables.
Ernesto Sabato
Siempre dijimos tener un arma secreta en nuestra lucha contra los árabes: el no tener alternativa.
Golda Meir
He sido inducido a adoptar este curso por un deseo de que mis lectores sean enseñados a pensar, así como a experimentar, y por lo tanto estén cualificados desde un primer momento de su estudio para discriminar entre lo verdadero y lo falso, y adquirir los hechos de la ciencia sin quedar desconcertados por sus ficciones.
John Joseph Griffin
El hombre cuando va a casarse quiere una mujer pura. De estreno. No de segunda mano, ¡o de quinta! Que a nadie le gusta comerse las sobras que otro dejó en el plato.
Jorge Loring Miró
Solo vale la serenidad, cuando debajo hay fuego.
José Luis Sampedro
Me dicen que no soy una mujer de este siglo, al gustarme la lectura pausada, y yo insisto que los pesados son los libros frívolos.
Laura Morante
La gente desea economía y pagará casi cualquier precio para conseguirla.
Lee Iacocca
Toda afirmación debe fundarse en hechos y toda crítica debe tener sentido político.
Mao Zedong
El hombre nació en la barbarie, cuando matar a su semejante era una condición normal de la existencia. Se le otorgo una conciencia. Y ahora ha llegado el día en que la violencia hacia otro ser humano debe volverse tan aborrecible como comer la carne de otro.
Martin Luther King
Fe es la virtud que nos hace sentir el calor del hogar mientras cortamos la leña.
Miguel de Cervantes
Si disimula el engaño el amor que no hay en ti, ¿qué importa, haber daño en mí, si yo no conozco el daño? pues mejor me está vivir engañado, que morir celoso y desesperado.
Pedro Calderón de la Barca
Que los que no sepan mandar, ¡obedezcan!
William Shakespeare