La Rosa de la Belleza Americana, sólo pueden producir el esplendor y la fragancia que traen alegría a su espectador, sólo mediante el sacrificio de los demás brotes que crecen a su alrededor. Esto no es una mala tendencia en los negocios, se trata simplemente de la expresión máxima de una ley de la naturaleza y del mismo Dios.