Mi música es la expresión espiritual de lo que soy, mi fe, mi conocimiento, mi ser.
John Coltrane
Cuando se es niño, nuestra mente es como una especie de solución saturada de sentimientos, como una suspensión de todas las emociones, pero en estado latente, en condiciones de indeterminación.
Aldous Huxley
Mi novia es el público. (¡QUÉ CLASE!)
Andreu Buenafuente
Lo primero, tener la capacidad de desear.
Andy Warhol
No soy de esos que abandonaron la tierra a merced de los enemigos. Sus halagos me dejan fría, mis canciones no son para que las alaben ellos.
Anna Ajmátova
¡Imagina que estará contigo ésta noche y te sentirás feliz!
Barry White
No me gusta la gente que nunca ha tropezado ni caído. Su virtud es sin vida, y no vale mucho. La vida no les ha revelado su belleza.
Borís Pasternak
Las pasiones del hombre ¡Cómo nacen, cómo crecen! Una chispa las crea, un soplo las inflama.
Eugenio María de Hostos
¿Cómo que de Estados Unidos? ¿Cómo que vivo? Yo soy el mayor arquitecto que ha habido jamás, olvidaos de los estados unidos, olvidaos de los vivos.
Frank Lloyd Wright
Dejando a un lado unos cuantos escépticos, prototipos de decencia en la historia de la filosofía, los demás no tienen la más leve concepción de la integridad intelectual.
Friedrich Nietzsche
Un buen relato empieza con un buen título.
Guy de Maupassant
¡Qué coraje hace falta en determinados momentos para elegir la vida!
Henrik Ibsen
Pero ni aun así adquirió el difunto un aspecto púdico y decente: era un muerto de carnaval, ni siquiera mostraba sangre de bala o de puñalada corriéndole por el pecho que pudiera rescatarlo de su condición de mascarita.
Jorge Amado
De los buenos líderes, la gente no nota su existencia. A los no tan buenos, la gente les honrará y alabará. A los mediocres, les temerán y a los peores les odiarán. Cuando se haya completado el trabajo de los mejores líderes, la gente dirá: lo hemos hecho nosotros.
Lao-Tse
Nadie prevé, sino en los libros de historia, la lenta marcha de los acontecimientos.
Philip Guedalla
La gran pregunta que nunca ha sido contestada y a la cual todavía no he podido responder, a pesar de mis treinta años de investigación del alma femenina, es: ¿qué quiere una mujer?
Sigmund Freud