Dime qué es lo que verdaderamente amas, y me habrás dado con eso una expresión de tu vida. Amas lo que tu vives.
Johann Gottlieb Fichte
Lo que nos hace sufrir nunca es una tontería, puesto que nos hace sufrir.
Amado Nervo
Hay siempre en el alma humana una pasión por ir a la caza de algo.
Charles Dickens
Me apasiona la música. Y porque me apasiona, trato de liberarla de las tradiciones estériles que la sofocan. El color de mi alma es la rueda de murciélagos de hierro gris y triste sobre la aguja de mis sueños.
Claude Debussy
Si eres un adolescente, he aquí la clave para no ser un gilipollas del todo ni un buen chico del todo: no seas nadie. Resulta más fácil de lo que piensas.
David Foster Wallace
Te digo esto porque eres mi amigo. ¡Mi alfabeto empieza cuando el tuyo termina!
Dr. Seuss
Quiero decirles la verdad de una humilde mujer del pueblo ¡La primera mujer del pueblo que no se dejó deslumbrar por el poder ni por la gloria!
Eva Perón
El arte es difícil, transitoria su recompensa.
Friedrich Schiller
Yo soy mis sueños si vos, vos sos tu sueño sin fin... No ves que la eternidad mañana acaba y te vas.
Indio Solari
Paul McCartney: Técnicamente no es ninguna maravilla, pero su voz es extremadamente interesante. Maneja un amplio espectro de tonalidades, hay algo en su voz que traduce melancolía...
Juan Carlos Baglietto
Benditos sean los pobres en soberbia, porque ellos y sólo ellos tendrán a Dios como su rey.
Nicholas Sparks
Entusiasmo es aquel estado de ánimo en el cual la imaginación ha triunfado sobre el raciocinio.
Obispo William Warburton
Eso es lo que hacen los historiadores, hacen juegos con la causa y el efecto, cuando el asunto es que hay períodos en los que el mundo cambia, y la voz precisa en el lugar preciso puede mover el mundo.
Orson Scott Card
Cuando las voces suaves mueren, Su música vibra aún en la memoria.
Percy Bysshe Shelley
Tenemos el sentimiento de haber asumido nuestra responsabilidad humana.
Robert Schuman
Recuerdo vivamente mi primera lección con Enescu. Mi madre me llevó a su casa y esperamos en el salón, al poco rato apareció el maestro con su violín y comenzó a tocar una Partita de Johann Sebastian Bach. Ahí verdaderamente comenzó mi amor por el instrumento.
Yehudi Menuhin