Frase de Joël Dicker

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Harry no se contentó con enseñarme a escribir: me enseñó a abrir mi mente. Me llevó al teatro, a exposiciones, al cine. También al Symph... - Joël Dicker

Harry no se contentó con enseñarme a escribir: me enseñó a abrir mi mente. Me llevó al teatro, a exposiciones, al cine. También al Symphony Hall, en Boston; decía que una ópera bien cantada podía hacerle llorar.

Joël Dicker

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Explorar Frases

Un hombre nunca está maduro ni para ser Presidente de los EEUU ni para ser Papa ni para ser Rey. Deberíamos vivir 500 años para estar preparados.

Alejandro Sanz

Fue la juventud la que con su gorro azul te llevaba en bicicleta por el monte Urgull.

Amaia Montero

La literatura es mi esposa legítima y la medicina mi amante. Cuando me canso de una, paso la noche con la otra.

Antón Chéjov

Un padre no es el que da la vida, eso sería demasiado fácil, un padre es el que da el amor.

Denis Lord

Estás aquí, allá, más adentro y muy lejos. Estás allí donde ponga los ojos, allá donde piense, en cada lugar que imagine.

Elísabet Benavent

Así pues, refrenó las inclinaciones de su corazón, y no se permitió concesiones a la piedad. El siguiente sentimiento que se apoderó de su alma fue una exquisita maldad.

Horace Walpole

Nuestra bandera no es un símbolo de un partido político porque ha de serlo de todos; no es un símbolo de la derecha ni de la izquierda porque ha de ondear en todo el espectro ideológico constitucional; no es un símbolo de los militares, aunque la custodian y la honran, sino también de los civiles.

José Bono

Por eso no seremos nunca la pareja perfecta, la tarjeta postal, si no somos capaces de aceptar que sólo en la aritmética el dos nace del uno más el uno.

Julio Cortázar

La razón nos engaña más a menudo que la naturaleza.

Luc de Clapiers

Hablar con Dios nos calienta el corazón, y es por eso que cuando pasamos mucho tiempo sin hablar con Él se nos enfría la relación.

Lucas Leys

No caigas en discusiones técnicas respecto a golpear antes que el adversario. Hacerlo es prueba de que eres demasiado consciente del otro. En aikido hay un adversario, pero en realidad no hay adversario, porque el otro es uno mismo, y si uno se mueve como desea, el otro también se mueve como uno desea. Así que si uno se mueve como quiere, el otro obedecerá naturalmente.

Morihei Ueshiba

Los lleva como llevó el cielo mis cabellos aquel año en que amé.

Paul Celan

No es un chiste si no es ofensivo.

Sam Rockwell

¿Así que la única manera de no ser una mujer casada es ser rica?

Saoirse Una Ronan

Bueno, si a eso le llamas tú vivir en paz, por amor de Dios, haz el favor de avisarme antes que te declares en guerra.

Sinclair Lewis