La fama de prudente y valeroso ata las manos a los atrevidos desvergonzados.
Joaquín Setantí
La ilusión es la maleza más tenaz de la consciencia colectiva: la historia enseña pero no tiene alumnos.
Antonio Gramsci
Siempre sé una primera versión de ti.
Audrey Hepburn
Todo poeta se ha angustiado, se ha asombrado y ha gozado.
Cesare Pavese
Hay quién porque golpea la pared con un martillo se cree clavar clavos.
Goethe
El único momento en que retrocedemos es cuando lo hacemos.
Harlan Ellison
Las cartas no son más que un trozo de papel. Aunque se quemen, en el corazón siempre queda lo que tiene que quedar; por más que las guardes, lo que no tiene que quedar desaparece.
Haruki Murakami
El poder tiene espinas, pero para algunos gobernantes es sabroso, con todo y ellas, como las sardinas.
Ignacio Manuel Altamirano
Apearse es: mientras el río de humanidad continúa históricamente adelante, yo me siento en la cuneta y los veo pasar. Porque no necesito adicciones, me quedo con todo lo que ha hecho la humanidad hasta ahora, durante muchos años.
José Luis Sampedro
En Estonia había muchas chicas simpáticas pero no he sido capaz ni de clavar un clavo.
Marco Simoncelli
No podemos aceptar que un viejo y obsoleto imperio como el británico pretenda tener posesiones coloniales en Suramérica, pero además convertirlas en puestos para la militarización del continente.
Nicolás Maduro
Para encontrar a un amigo hay que cerrar un ojo; para mantenerlo, dos.
Norman Douglas
Me sentí herida cuando perdí a los hombres de los que me enamoré. Hoy, estoy convencida de que nadie pierde a nadie, porque nadie posee a nadie. Ésa es la verdadera experiencia de la libertad: tener lo más importante del mundo, sin poseerlo.
Paulo Coelho
Y si me dices que son muchos, yo te contesto: El fuego no se deja impresionar por la cantidad de leña que tiene que quemar.
Reinaldo de Châtillon
Sonríe, dios te ama. Disimula, el comisario vigila.
Roberto Jorge Santoro
Todos eran débiles, tanto justos como pecadores. La única diferencia era que un hombre miserable, cuando realizaba una buena acción, se vanagloriaba de ella toda su vida, mientras que un hombre justo no reparaba en sus buenas acciones, pero recordaba durante años un pecado conocido.
Vasili Grossman