No sé que tiene un buen exterior que se respeta hasta en los muchachos.
Joaquín Fernández de Lizardi
Cada vida tiene sus horas tristes o alegres. La felicidad proviene de elegir cuáles recordar.
Anónimo
Si no fuera Bob Dylan me gustaría ser Leonard Cohen.
Bob Dylan
La vida es sólo un vistazo momentáneo de las maravillas de este asombroso universo, y es triste que tantos la estén malgastando soñando con fantasías espirituales.
Carl Sagan
No te nombro; pero estás en mí como la música en la garganta del ruiseñor aunque no esté cantando.
Dulce María Loynaz
No tenemos otro mundo al que podernos mudar.
Gabriel García Márquez
No hay democracia si no se entiende la Nación como una misión colectiva, un compromiso de todos.
Luis Carlos Galán Sarmiento
Existen pocas armas en el mundo que son tan poderosas como una niña con un libro en la mano.
Malala Yousafzai
Sobre todo no tengais miedo del pueblo, ¡es más conservador que vosotros!
Marlene Dietrich
Francia no es una raza, una etnia; no es el derecho de sangre, sino una voluntad de vivir juntos compartiendo los mismos valores. La libertad de conciencia no es negociable, la laicidad no es negociable, la igualdad del hombre y la mujer no es negociable.
Nicolas Sarkozy
Es casta la que nadie requirió.
Ovidio
¿Quién quiere estar en el cielo, eh? ¿Quién quiere estar en el cielo cuando podrías estar mandando hombres al maldito infierno?
Paul Anderson
Demostrar que tengo razón sería admitir que puedo no tenerla.
Pierre-Augustin de Beaumarchais
Es una característica que comparto con el protagonista de mi libro. Siento verdadera pasión por la poesía. En la actualidad es muy difícil encontrar editoriales que te publiquen poesía así que pensé que colándolos en mis obras narrativas podrían llegar a más lectores.
Qiu Xiaolong
Las personas parecen no darse cuenta de que su opinión acerca del mundo es también una declaración de su carácter.
Ralph Waldo Emerson
Al percatarnos de que el editor es un proxeneta, el escritor una prostituta y el lector el cliente del burdel de la cultura, sentimos una especie de indigestión moral.
Stanisław Lem