Bienaventurados los que catan el fracaso porque reconocerán a sus amigos.
Joan Manuel Serrat
Matasapos por primera.
Alfonso Lanzagorta
Dígame usted de quién es este artículo para arrancarle la lengua.
Antonio López de Santa Anna
En el atardecer de nuestras vidas, se nos juzgará por el amor.
Carmen Posadas
¿Quién habrá inventado la silla? Alguien con amor a sí mismo. Inventó, entonces, una mayor comodidad para su cuerpo. Después los siglos se sucedieron y nadie más prestó realmente atención a una silla, pues usarla es casi automático.
Clarice Lispector
No hay ateos en las trincheras.
Dwight D. Eisenhower
Una nación que quiere contentar a todos, merece ser por todos despreciada.
Georg Christoph Lichtenberg
En la guerra, la fortuna es variable. Por eso, el guerrero prudente no debe menospreciar al enemigo.
Goethe
Cuando uno se acostumbra a no conseguir nunca lo que desea, ¿Sabes qué pasa? Que acaba por no saber incluso lo que quiere.
Haruki Murakami
Alégrate de la vida porque ella te da la oportunidad de amar, de trabajar, de jugar y de mirar a las estrellas.
Henry van Dyke
El bosque es una afirmación de la naturaleza y un elemento vital que aspira la humedad de la atmósfera y tiende sus frutos a todos los seres orgánicos. Alimenta desde el hombre hasta el cocón y la efímera, galvanizando los matices ocultos y descorriendo los poderes mágicos de la naturaleza campesina. Es una concentración harmónica de los valores primos de la naturaleza.
José María Eguren
Desde que nací estoy lleno y vacío de mí mismo y así conozco que la verdad más inocente es un destino.
Juan Gelman
Italia es sólo una expresión geográfica.
Klemens von Metternich
Dicen que las alegrías, cuando se comparten, se agrandan. Y que en cambio, con las penas pasa al revés. Se achican. Tal vez lo que sucede, es que al compartir, lo que se dilata es el corazón. Y un corazón dilatado esta mejor capacitado para gozar de las alegrías y mejor defendido para que las penas no nos lastimen por dentro.
Mamerto Menapace
Una de las mayores tentaciones del demonio es ponerle a un hombre en el entendimiento que puede componer a imprimir un libro con que gane tanta fama como dineros y tantos dineros como fama.
Miguel de Cervantes
El verdadero amor no sufre dilaciones.
Séneca