Todos, si llegamos a tener razón, la tenemos a medias.
Joan Fuster
Creo que debe haber risas en todo. A veces, se trata de un portazo, un pastel en la cara o simplemente un reconocimiento de nuestras debilidades.
Alan Rickman
Un año hice teatro, Ninette y un señor de Murcia, en doble sesión de tarde y noche durante 11 meses, y rodé cinco filmes. Casi no dormía. Tenía 29 años, y a esa edad se hace de todo si se tiene ilusión. El carburante te hace hacer de todo.
Alfredo Landa
Si sumas todas las estrellas del cielo, todos los granitos de arena en los océanos, todas las rosas en el mundo y todas las sonrisas que haya habido en la historia del mundo, empezarás a tener una idea de cuánto te quiero.
Anónimo
Familiarizada la sociedad con su lepra, ya ni siquiera se rasca, porque ya no le escuece.
Benito Pérez Galdós
Queso - salto de la leche hacia la inmortalidad.
Clifton Fadiman
El error es un arma que acaba siempre por dispararse contra el que la emplea.
Concepción Arenal
Cuando las penas del corazón se convierten en enfermedades, estamos perdidos.
Frédéric Chopin
¿No es obvio que el pasado comienza hace un instante? El pasado muerto es sólo otro modo de designar el presente vivo.
Isaac Asimov
Yo no creo en las excusas. Yo creo en el trabajo duro como disolvente principal de los problemas de la vida.
James Cash Penney
Nada revela tanto el hastío humano como los placeres.
Jean Lucien Arréat
No se puede hablar de decadencia española en sentido estricto, porque para decaer hay que caer desde algún sitio y España no ha llegado a cúspide alguna.
José Ortega y Gasset
Una hora más tarde mi mente está henchida de júbilo, me impresionan todos los detalles: un velo aleteando en un sombrero, un pelo recogido que se suelta, dos ojos que se cierran por la risa y yo me conmuevo. ¡Qué día, qué día!
Knut Hamsun
Burro que lleva la carga a fuerza de palos..., malo, malo, malo.
Proverbio
No es el muerto quien provoca el estupor es la sorpresa de ver cómo olvidamos su propia muerte, nuestro gran dolor.
Reinaldo Arenas
No tientes a un hombre desesperado.
William Shakespeare