Que nadie se engañe: decir buenos días ya es hacer literatura.
Joan Fuster
Los votos no deben contarse sino pesarse.
Carlos Abascal
No estoy en competición con nadie más excepto conmigo misma. Mi siguiente meta es superar mi última actuación.
Céline Dion
La mujer es, reconozcámoslo, un animal inepto y estúpido aunque agradable y gracioso.
Erasmo de Róterdam
Ser internacionalista es saldar nuestra propia deuda con la humanidad. Quien no sea capaz de luchar por otros, no será nunca suficientemente capaz de luchar por sí mismo.
Fidel Castro
Creo que el mayor activo que un presidente puede tener es la capacidad de obtener una buena noche de sueño.
Harold Wilson
En cuestión de árboles genealógicos es más seguro andarse por las ramas que atenerse a las raíces.
Jacinto Benavente
¡Preferiría ser cenizas que polvo! Preferiría que mi chispa se queme en una brillante hoguera a que sea extinguida por seca desintegración. Preferiría ser un espléndido meteoro, cada átomo en mi en magnífico resplandor, que un soñoliento y permanente planeta.
Jack London
Intento encontrar, demostrar, que tengo personalidad, para afrontar la realidad.
Kase.O
¿Crees, Zoilo, que me hace dichoso una cena? Y además tuya. Al convidado que cifra su dicha en una cena contigo, Zoilo, Más le valdría cenar en la calle de Aricia.
Marcial
Hay menos problemas en controlar una familia que en gobernar un reino.
Michel de Montaigne
Y todos los océanos, todas las montañas, los arcángeles, la gente, las flores, todo se refleja en tus ojos.
Nikolái Gumiliov
Quien no ha vertido lágrimas en la soledad, no sabe cuáles son las lágrimas verdaderamente amargas. La soledad es el egoísmo supremo del dolor.
Severo Catalina
El enfoque proactivo consiste en cambiar de adentro hacia afuera: ser distinto, y de esta manera provocar un cambio positivo en lo que está allí afuera: puedo ser más ingenioso, más diligente, más creativo, más cooperativo.
Stephen Covey
Sin consciencia plena en nuestra vida diaria alimentamos nuestra ira y desesperación mirando o escuchando cosas muy tóxicas que nos rodean.
Thich Nhat Hanh
Rocannon sabía que aquel hombre habría dado la mitad de sus gentes y de sus esposas por librarse de su huésped extraterreno, pero que estaba atrapado en su propia crueldad: el carcelero era prisionero del prisionero.
Ursula K. Le Guin