Sólo se aprende, no se enseña.
Jesús Ibáñez
Olvidar es divino.
Andrés Calamaro
Jerez es la mejor carrera que hay en el Mundial, no solo por el ambiente, sino porque el circuito se presta a ser un gran circuito.
Ángel Nieto
El tigre real, el amo, el solo, el sol de los carnívoros, espera, está herido y hambriento, tiene sed de carne, hambre de agua.
Eduardo Lizalde
El prejuicio es un gran ahorro de tiempo. Puede formarse una opinión sin tener que conocer los hechos.
Elwyn Brooks White
Al gallego no se le pesca con anzuelo de aire; allí perdería su elocuencia Cicerón.
Emilia Pardo Bazán
Pregunta. ¿Quién es este elemento enemigo de Cataluña y que desnaturaliza su carácter? Respuesta. España.
Enric Prat de la Riba
A quien dices el secreto das tu libertad.
Fernando de Rojas
El miedo corrompe la inteligencia y es una de las causas de la egolatría.
Jiddu Krishnamurti
El que únicamente se ocupa de libros está ya medio perdido para la vida practica.
Johann Gottfried Seume
Si se rastrea el miedo a la muerte hasta el objeto cuya pérdida le dio origen, se verá que ese objeto no es el cuerpo, sino la mente que funciona en él. Lo que el ser humano teme perder es la conciencia, no el cuerpo. Él ama la existencia, que es su propio Yo. ¿Por qué no apegarse a la conciencia pura ahora mismo, mientras estamos en el cuerpo, y quedar libres de todo miedo?
Ramana Maharshi
Pretendía, al parecer, que su delito fuera considerado como crimen político, y a veces daba la impresión de no luchar para sí, sino para la organización jurídica. La táctica que el juez oponía era la de costumbre: ver en todas las acciones del asesino esfuerzos torpes y astutos para eximirse de responsabilidad.
Robert Musil
En todo aquello que nos provoca una auténtica y pura sensación de lo bello existe realmente presencia de Dios. Hay como una especie de encarnación de Dios en el mundo, cuya marca es la belleza.
Simone Weil
No se protesta absolutamente nada por todo el problema social generado por Zapatero.
Teófila Martínez
Solía pensar que yo era estúpido. Fue entonces cuando conocí a los filósofos.
Terry Pratchett
¡Bastante! o, más aún, demasiado.
William Blake