Verdaderamente te digo hoy: Estarás conmigo en el Paraíso.
Jesús de Nazaret
La fotografía, como sabemos, no es algo verdadero. Es una ilusión de la realidad con la cual creamos nuestro propio mundo privado.
Arnold Newman
En mi país cambian los presidentes y no dicen nada, cambian los obispos, los cardenales, los jugadores de fútbol, cualquier cosa, pero el tango, no. El tango hay que dejarlo así como es: antiguo, aburrido, igual, repetido.
Astor Piazzolla
Los hombres son tan necesariamente locos que sería estar loco, con otro género de locura, no estar loco.
Blaise Pascal
Los verdes son una especie de pasquín fijado sobre la pared de una política desacreditada.
Friedrich Dürrenmatt
No perdáis vuestro tiempo ni en llorar el pasado ni en llorar el porvenir. Vivid vuestras horas, vuestros minutos. Las alegrías son como flores que la lluvia mancha y el viento deshoja.
Hermanos Goncourt
No seas un espectador, no dejes la vida pasar.
Lou Holtz
Hacer reír, llorar y reír nuevamente, la gente va al teatro para realizar un ejercicio emocional y no para recibir una prédica.
Mary Pickford
Cuando el sol comienza a herir, come de mi mano... hoy he tomado drogas, que me hacen hablar...
Nacho Vegas
El amor es un beso, dos besos, tres besos, cuatro besos, cinco besos, cuatro besos, tres besos, dos besos, un beso y ningún beso.
Pitigrilli
Estoy seguro de que el cielo es terriblemente aburrido: está todo tan tranquilo, tan limpio, es todo tan perfecto. ¿Por qué aceptamos sólo el éxito? ¡Qué aburrido!
Richard Harris
Venturosa ciudad amurallada, ceñida de milagros, descanso en el recinto de este cuerpo que empieza donde termina el mío.
Rosario Castellanos
La cena era picadillo de cordero y pan con mantequilla; como podrán imaginar, con el hambre que tenía enseguida di buena cuenta del refrigerio. Mientras comía, se oyeron las lentas campanadas del reloj que yo había oído antes, dando las nueve y media.
Sarah Waters
Como cualquier programador de juegos sabe, los 3 tipos básicos de alimento son Fritos, Cheetos y Doritos.
Satoru Iwata
El presidente Snow solía... venderme..., vender mi cuerpo, quiero decir -empieza con voz monótona y distante-. Y no fui el único. Si pensaban que un vencedor era deseable, el presidente lo ofrecía como recompensa o permitía que lo comprasen por una cantidad de dinero exorbitante. Si te negabas, mataba a algún ser querido. Así que lo hacías.
Suzanne Collins
La guerra es una invención de la mente humana; y la mente humana también puede inventar la paz.
Winston Churchill