No juzguéis y no sereis juzgados, no condeneis y no sereis condenados, perdonad y sereis perdonados, dad y se os dará. Porque la medida que uséis con los demás se usará con vosotros.
Jesús de Nazaret
Yo sólo soy Bob Dylan cuando tengo que ser Bob Dylan. La mayor parte del tiempo quiero ser yo mismo. Bob Dylan nunca piensa sobre Bob Dylan. Yo no pienso en mí mismo como Bob Dylan. Es como dijo Rimbaud: Yo soy el otro.
Bob Dylan
Bien, si el orgullo es doble, doble es la caída.
Christopher Lee
Me resultó imposible no pensar que aquello era demasiado casual y tal vez el signo de algo que debía tener muy en cuenta y no sabiendo muy bien qué hacer, hice literatura.
Enrique Vila-Matas
Con el amor verdadero pasa lo que con las apariciones de los espíritus: todos hablan de ellas, pero muy pocos las han visto.
François de La Rochefoucauld
Para el puerco todo es porquería.
Friedrich Nietzsche
Tenemos que copiarnos de los curas, que te agarran de chiquito y te dan un catecismo: pa, pa, pa, pa, y a los cuatro años ya estás pelotudo.
Hebe de Bonafini
Comunidad de territorio como uno de los rasgos característicos de la nación.
Iósif Stalin
Jurar en falso por la salud de la madre jamás ha perjudicado la salud de ninguna madre.
Jaume Perich
Toda acción provoca reacciones.
Lao-Tse
Me deprimo cuando tengo vacaciones. El trabajo me da alegría.
Libertad Lamarque
Libera tu mente y así serás feliz, vive para los demás sin dejar de pensar en ti.
Nach
El que los alquimistas ignoraran que nunca encontrarían el oro que buscaron durante siglos no les provocaba tristeza porque era la razón de su existencia.
Orhan Pamuk
Entre las miserias de nuestra vida en la tierra, el suicidio constituye el más preciado don que Dios ha concedido al hombre.
Plinio
Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enseñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida.
Proverbio Chino
Una mariposa roja como la sangre se le posó, cual un pétalo de rosa, sobre las rodillas y, mientras la miraba, sus ojos se llenaron de lágrimas. No era sólo la belleza del insecto lo que aceleraba los latidos de su corazón. Era su misma existencia, y el enigma de su existencia. La dominaba un ansia de adoración, pero no sabía por qué.
Taylor Caldwell