Pero sobre todo el cariño de las maestras empleado a su tiempo con sus niñas sacará un gran partido de éstas.
Jerónimo Usera
No son ofensas verdaderas sino las que se hacen a Dios.
Almeida Garrett
Señor, toma este corazón de piedra, y dame un corazón de hombre: un corazón que te ame, un corazón que se alegre en ti, que te imite y que te complazca.
Ambrosio de Milán
Lo único que deseo es un cuarto en alguna parte, lejos del aire frío de la noche. Con una silla enorme, chocolate y una estufa a leña.
Audrey Hepburn
Nunca lo verdadero pudo alcanzar a lo imaginado, porque el fingirse las perfecciones es fácil, y muy dificultoso el conseguirlas.
Baltasar Gracián
La verdad no va de un sitio a otro y no cambia de vez en cuando. No se la puede corromper como no se puede salar la sal.
Cormac McCarthy
Yo busco, sueño, creo, dudo y vivo como si, el ayer no me hubiese engañado sin cesar, y como si el mañana me hubiera de traer algo bueno.
Edouard Rod
La filosofía es la búsqueda de falsas explicaciones para lo que creemos por instinto.
Francis Herbert Bradley
Yo prefiero la conversación con las mujeres, a condición que sea su ingenio de buena ley. Dase en su trato una cierta dulzura que no se encuentra nunca entre nosotros y, además de esto, me parece que las mujeres se expresan con una mayor tersura y dan a cuanto dicen un giro más agradable.
François de La Rochefoucauld
Las máquinas serán capaces de realizar el trabajo de cualquier hombre.
Herbert Simon
Para mí, Dios es como la cuña que nunca deja que se cierre el mundo y que siempre está generando otra cosa. Pero no tengo idea de quién sea. Es el lugar desde el que merodeando hablo; pero nunca hablaría sobre Dios, intento hablar desde Dios.
Hugo Mujica
Los jugadores son figuritas de mazapán. Por mí, que se mueran.
Jesús Gil y Gil
En términos operativos, Dios está empezando a parecerse no a un gobernante, sino a la última sonrisa evanescente de un gato de Cheshire cósmico.
Julian Huxley
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Pablo Neruda
Hay gente que detesta lo que hago y gente a la que le encanta. No hay nada que pueda hacer yo. Tengo que aceptarlo.
Paul Auster
Saber que siempre hay alguien más desgraciado que uno, más necesitado de una sonrisa y de un gesto cordial o de una ayuda.
Ramón Carrillo