Si bueyes y leones tuvieran manos y podrían pintar con sus manos y producir obras de arte como los hombres, los caballos pintarían formas de dioses como caballos y los bueyes como bueyes. Cada uno de ellos representado con cuerpos de acuerdo a sus propios cuerpos. De esa forma los etíopes hacen sus dioses negros de nariz chata; los tracios hacen los suyos con pelo rojo y ojos azules.