Tener espíritu abierto no significa tenerlo abierto a todas las necesidades.
Jean Rostand
Siempre es mejor en la vida no trabajar que trabajar en algo en lo que no te gustaría estar trabajando.
Andy Garcia
Me retiro de apoyar a Chavez el día que me muera...
Antonio Álvarez
Ahora puedo decir que el arte es una tontería.
Arthur Rimbaud
No pases un día sin encomendar alguna cosa a la memoria.
Baltasar Gracián
La Biblia no dice qué dieta siguió Noé para llegar al Diluvio con seiscientos años de edad, ni cuál fue el método que usó la mujer de Abraham para quedar embarazada a los noventa, ni aclara si sabía hablar en hebreo la burra de Balaam, que discutía con su amo.
Eduardo Galeano
Todo puede explicarse al pueblo a condición de que se quiera que comprenda realmente.
Frantz Fanon
Y naides se muestre altivo aunque en el estribo esté que suele quedarse a pie el gaucho más alvertido.
José Hernández
Cada hombre debe restringir y limitar más su conocimiento a fin de competir con otros. El especialista sabe más y más sobre menos y, por último, sabe todo sobre nada.
Konrad Lorenz
Cómo llenarte soledad, sino contigo misma.
Luis Cernuda
La igualdad absoluta no podrá existir incluso bajo el socialismo, ya que los bienes materiales serán distribuidos entonces conforme al principio: De cada uno, según su capacidad; a cada uno, según su trabajo.
Mao Zedong
Fe es la virtud que nos hace sentir el calor del hogar mientras cortamos la leña.
Miguel de Cervantes
... la única buena, segura y duradera defensa es la que depende del propio príncipe y de su valor...
Nicolás Maquiavelo
El arte entera de la política consiste a dirigir racionalmente las irracionalidades de los hombres.
Reinhold Niebuhr
Vendrán en los tardos años del mundo ciertos tiempos en los cuales el mar océano aflorará los atamientos de las cosas y se abrirá una grande tierra y un nuevo marinero como aquel que fue guía de Jasón y que hubo de nombre Tiphys descubrirá nuevo mundo y ya no será la isla de Thule la postrera de las tierras.
Séneca
Ser, y nada más. Con eso basta. Respirar: basta. ¡Alegría, alegría por doquier...!
Walt Whitman