Los cobardes son los que se esconden bajo las normas.
Jean-Paul Sartre
El colmo del progresismo y de la defensa de los derechos humanos es dejarse matar, robar y violar.
Aldo Rico
Mejor duerme el pobre que el que tiene que guardar con solicitud lo que con trabajo ganó y con dolor ha de dejar.
Anónimo
Siempre están hablando de mí, eso es bueno. Señal que me alarga la vida.
Camarón de la Isla
Ningún hombre es tan viejo que no crea que no puede vivir otro año.
Cicerón
Mi corazón que es cuna que en secreto te guarda.
Concha Méndez
Y pasó el hombre sigilosamente, con un poco de asco, mirando a diestra y siniestra, como una reina anciana que visita un hospital. Parecía un tanto avergonzado del espectáculo: de aquellos cajones grises, blancos o negros, que tanto asustan a los hombres, y de aquella luz amarilla y sucia que daba al local cierto aspecto de taberna.
Francisco Tario
Ahora bien, cada época tiene una fe propia. Cada síntesis contiene la noción de un fin y de una misión. Y cada misión tiene un instrumento propio, fuerzas propias y una especial palanca de acción.
Giuseppe Mazzini
Buscad dentro de vosotros y lo encontraréis todo, y alegraos de que allá fuera, o como queráis llamarlo, haya una naturaleza que diga sí y amén a todo cuanto habéis hallado en vosotros.
Goethe
Debo crear un sistema o ser esclavizado por el sistema de otro.
Irvine Welsh
La Organización de las Naciones Unidas misma no ha podido desempeñar un papel eficaz y decisivo, como sus estatutos ciertamente propusieron que lo hiciera.
Javier Pérez de Cuéllar
Demostramos al mundo que puedes divertirte mucho como futbolista, que puedes reír y pasártelo en grande. Yo represento una época que dejó claro que el fútbol bonito es divertido y que, además, con él se conquistan triunfos.
Johan Cruyff
Las ideas sólo son exóticas, para el que no tiene ideas.
Luis Cardoza Y Aragón
Tan terrible es el odio que ni te atreves a mostrarme tu desprecio.
Luis Eduardo Aute
En los negocios de la vida no es la fe lo que salva, sino la desconfianza.
Marlene Dietrich
No olvidemos que las pequeñas emociones son los capitanes de nuestras vidas y las obedecemos sin siquiera darnos cuenta.
Vincent van Gogh