Lo que un padre dice a sus hijos no lo oye el mundo, pero puede ser oído por la posteridad.
Jean Paul
Eres libre de lo que has renunciado y esclavo de lo que deseas.
Anónimo
Con las bombas que tiran los fanfarrones, hacen las gaditanas tirabuzones.
Benito Pérez Galdós
La desgracia del género humano consiste en que el hombre es incapaz de quedarse quieto en una habitación.
Blaise Pascal
Poco basta para consolarnos, porque poco es lo que basta para afligirnos.
Madurar no me gusta. Me aburre ese papel de Soy mayor y tengo que ser seria.
Chenoa
El escepticismo es el primer paso en el camino de la filosofía.
Denis Diderot
Nunca dejes de ser lo que eres por agradar a los demás.
Frances Ondiviela
La razón es una pequeña parte de la divinidad del Creador. Si la empleamos para ser humildes y justos, no podemos sino complacer a aquel que nos la dio.
Giacomo Casanova
Todo lo que sé es que después de 39 años, es difícil conciliar el sueño sin ti.
John Lithgow
El poder, el dinero y más concretamente los mercados y la administración, se apoderaron de funciones integrativas que antes eran desempeñadas por valores y normas consensuales, o incluso, por procesos de construcción de un entendimiento.
Jürgen Habermas
Lo crucial no es lo que "nos pasa", sino lo que pensamos en cada momento. El pensamiento es previo a la emoción, y ese pensamiento es el que nos hace sentirnos bien o mal.
María Jesús Álava Reyes
Vencer o ser vencido, no hay otra alternativa. El vencedor será el amo y el vencido será el esclavo: aquél gozará de la soberanía y de los derechos del señor; éste cumplirá con veneración y respeto sus deberes de súbdito.
Max Stirner
Hasta cuándo siguen fregando la cachimba, no soy de derecha ni de izquierda. Yo simplemente rompo con todo.
Nicanor Parra
Nada levanta más nuestro asco que el canibalismo, pero damos la misma impresión a los Budistas y vegetarianos, pues nos alimentamos de bebés aunque no los nuestros. Consumimos cadáveres de criaturas de apetitos, pasiones y órganos similares a los nuestros, y llenamos los mataderos diariamente con gritos de dolor y miedo.
Robert Louis Stevenson
Nadie llegó a sabio por casualidad.
Séneca