Los temores, las sospechas, la frialdad, la reserva, el odio, la traición, se esconden frecuentemente bajo ese velo uniforme y pérfido de la cortesía.
Jean-Jacques Rousseau
¡Cómo lucha mi amor por asirte! Más si es duro tener que alejarte, ¡mis palabras no deben herirte si mis besos no pueden curarte!
Agustín Acosta
Los hombres lloran porque las cosas no son lo que deberían ser.
Albert Camus
A mí me seguía el sol.
Alfonso Reyes Ochoa
Habrá en toda sociedad más dolores domésticos a medida que haya más placeres públicos. En otros tiempos había menos placeres y más felicidad.
Antonio Aparisi y Guijarro
Para triunfar es necesario vencer, para vencer es necesario luchar, para luchar es necesario estar preparado, para estar preparado es necesario proveerse de una gran entereza de ánimo y una paciencia a toda prueba.
Carlos Bernardo González Pecotche
Todos los días el hecho de que tú vivas implica sufrimiento y miseria para animales y plantas, e incluso para otras personas.
Chuck Palahniuk
El hábito es casi una segunda naturaleza.
Cicerón
En lugar de censurar a la gente, tratemos de comprenderla. Tratemos de imaginarnos por qué hacen lo que hacen. Eso es mucho más provechoso y más interesante que la crítica; y de ello surge la simpatía, la tolerancia y la bondad.
Dale Carnegie
Dibujo no es lo mismo que forma, sino que es una forma de ver la forma.
Edgar Degas
Y si alguna de las cosas que decimos las explota el enemigo y nos producen profunda vergüenza, ¡bienvenida sea la vergüenza!... ¡bienvenida sea la pena!, si sabemos convertir la vergüenza en fuerza, si sabemos convertir la vergüenza en espíritu de trabajo, si sabemos convertir la vergüenza en dignidad, si sabemos convertir la vergüenza en moral.
Fidel Castro
Aquel que encuentra la paz en su hogar, ya sea rey o aldeano, es de todos los seres humanos el más feliz.
Goethe
Estamos aquí para tornar imperecedero lo perecedero; y esto puede suceder sólo si se saben valorar ambas cosas.
Si no se escribe de la vida, ¿de qué se puede escribir entonces? Hablar de las cosas que tocamos y que nos rodean. Yo, por eso, hablo de mi cuarto, de mi cama, de mis zapatos, de mi cigarro.
Jaime Sabines
Desde el momento en que un hombre se presta a dar su libertad y su vida por su creencia es que sus sentimientos son sinceros.
Máximo Gorki
Las ruinas son a menudo las que abren las ventanas para ver el cielo.
Viktor Frankl