El hombre padece pocos males, si se esceptuan los que él mismo se atrae por el abuso de sus facultades.
Jean-Jacques Rousseau
La persona que no está interiormente preparada para la violencia es siempre más débil que el opresor.
Aleksandr Solzhenitsyn
Cuánto placer se obtiene del conocimiento inútil.
Bertrand Russell
¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo si pierde su alma? Quien quiera conservar su alma, la perderá.
Blaise Pascal
Los sufrimientos abaten, mas con voluntad de hierro también logran dominarse los más crueles sufrimientos; y si acaso en este mundo no encontramos el consuelo, seamos firmes en la lucha, nunca jamás desmayemos, que lo que niegue la tierra lo hallaremos en el cielo.
Charles Perrault
La dama de luto camina entre los escombros multicolores. Sospecha de espejismo.
David Escobar Galindo
Para quienes no la han experimentado es buena la guerra.
Erasmo de Róterdam
La filosofía de la historia no es otra cosa que la consideración pensante de la historia; y nosotros no podemos dejar de pensar, en ningún momento. El hombre es un ser pensante; en esto se distingue del animal.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel
La ingratitud es una traición a la humanidad.
James Thomson
Por eso América: si quieres la paz, trabaja por la justicia. Si quieres la justicia defiende la vida. Si quieres la vida, abraza la verdad, la verdad revelada por Dios.
Juan Pablo II
El otro dia luché contra un cocodrilo, peleé contra una ballena, he esposado relámpagos, he encerrado en la cárcel a truenos, yo asesiné a una roca, he herido a una piedra, hospitalizé a un ladrillo, soy tan malo que hago enfermar a la medicina.
Muhammad Ali
Nada hay dentro de la nación superior a la nación misma.
Nicolás Avellaneda
La sabiduría popular es lenta, se acumula... Para que esa sabiduría se exprese necesita aire, tiempo.
Paco Ignacio Taibo II
No hay nada más conmovedor que la risa de una mujer bella que ha llorado mucho.
Ramón Gómez de la Serna
No es necesaria la fortuna para sólo subsistir.
Séneca
La instancia ética sobreviene no cuando fingimos que no hay enemigos, sino cuando se intenta entenderlos, ponerse en su lugar.
Umberto Eco