En toda cosa hay que considerar el fin.
Jean de La Fontaine
Estoy desconcertado. Dudo, temo, pienso cosas extrañas, y yo mismo no me atrevo a confesarme a mi propia alma.
Bram Stoker
Los aduladores son como ladrones; su primer cuidado consiste en apagar la luz.
Cardenal Richelieu
El talento humano se atrofia cuando no puede introducir un elemento de juego en el ámbito del deber.
Enrique Serna
Malos negociantes los que no saben sino hacer negocios.
Felipe Stanhope de Chesterfield
Solo me cabe esperar que en el éxito y en el fracaso me pueda siempre mantener una cosa: esa absoluta confianza en Dios que precisamente supone la fe cristiana.
Hans Küng
Los principios deben guardarse para las grandes ocasiones.
Herman Van Rompuy
Soy de ETA, no un gilipollas.
Iñaki de Juana Chaos
Todo se paga, todo.
Magaly Solier
Esto se trata de hacer que todos lo crean, ¿no?
Marilyn Monroe
¡Llorad, llorad queridos míos! ¡No serán éstas las últimas desgracias que sufriréis!
Mary Shelley
La religión cristiana, que parece no tiene por objeto más que la felicidad de la otra vida, nos hace también dichosos en ésta.
Montesquieu
Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas.
Pablo Neruda
Partir es ganar un proceso a la costumbre.
Paul Morand
Anda despacio cuando escojas a tus amigos; pero cuando los tengas mantente firme y constante.
Sócrates
Nutre mi alma en libertad y puros pensamientos: sea entonces tu amor mi guía, alivio y esperanza.
William Wordsworth