Si me viera obligado a escoger (aunque es un imposible) entre mi obra plástica y la poesía escrita; si debiera abandonar o la escultura o los poemas, elegiría escribir poemas.
Jean Arp
Quieres mentir a Hollywood, donde todos viven de la mentira.
Alan Arkin
Sólo el amor convierte en milagro el barro.
León Gieco
Usted puede enseñar a su hija a hacer, no a necesitar.
Meg Meeker
El lugar que amamos, ése es nuestro hogar; un hogar que nuestros pies pueden abandonar, pero no nuestros corazones.
Oliver Wendell Holmes
Un estadista que ignora la forma en que se originan los acontecimientos es como un médico que no conoce las causas de las enfermedades que se propone curar.
Polibio
Todos los hombres son sabios; unos antes, los otros, después.
Proverbio Chino
Como daba besos lentos le duraban más los amores.
Ramón Gómez de la Serna
El estúpido es un necio que calla; y desde este punto de vista es más soportable que un necio que habla.
Séneca
Cuanto más viejo me hago, más sexy soy.
Shaquille O'Neal
¿Puede un beso abrir la eternidad?, ¿puede la pasión envenenar?. ¿Podrá un corazón tanto aguantar?, ¿podrá la vida seguir Después de amar así?.
Soraya Lamilla
Si el lenguaje y el estilo de Balzac permanecieron durante toda su vida irremediablemente impuros, se debió sólo a que en la época decisiva, en la época del desarrollo, fue desaliñado consigo mismo.
Stefan Zweig
Mejor una muerte honrosa que una vida sin honor.
Tácito
Lo que él no sabía es que las naciones nunca se apartan de los abismos, porque todavía se aferraba a sus ilusiones y seguía creyendo que una nación corrompida podía volver a ser pía y virtuosa sólo con que el pueblo lo quisiera. La corrupción es irreversible cuando ha llegado a pudrir el alma de una nación.
Taylor Caldwell
La vida es un sueño, el despertar es lo que nos mata.
Virginia Woolf
¿Qué te haría pensar eso? - preguntó, una contestación al azar, patética, pensó, que enmascaraba el terror que ahora sentía, que por fin se permitía sentir, y que era miedo a una pérdida de personalidad, de voluntad y dirección, miedo a amarlo como aún lo amaba.
William Gibson