Si no se controlan, las fuerzas de una sociedad capitalista tienden a hacer más ricos a los ricos, y más pobres a los pobres.
Jawaharlal Nehru
La ciencia es el gran antídoto contra el veneno del entusiasmo y la superstición.
Adam Smith
Sólo durante los tiempos difíciles es donde las personas llegan a entender lo difícil que es ser dueño de sus sentimientos y pensamientos.
Antón Chéjov
El valor femenino disminuye de forma irrevocable en la misma medida que aumentan los años y la inteligencia.
Elfriede Jelinek
Si el líder dice de tal evento esto no ocurrió, pues no ocurrió. Si dice que dos y dos son cinco, pues dos y dos son cinco. Esta perspectiva me preocupa mucho más que las bombas.
George Orwell
¡Amar! Había nacido para soñar el amor, no para sentirlo. Amaba a todas las mujeres un instante: a ésta porque era rubia, a aquélla porque tenía los labios rojos, a la otra porque se cimbreaba al andar, como un junco.
Gustavo Adolfo Bécquer
La felicidad queda fatal en cámara. La tristeza y la soledad sí quedan bien.
Isabel Coixet
Dios no abandona a ninguno; quien a Él recurre con el corazón limpio del pecado y con la oración bien hecha, obtendrá todo lo que necesite.
Juan Bosco
Aunque el estar divididas niegue a mi amor otras palmas, mientras se abrazan dos almas no hay ausencia entre dos vidas.
Juan Pérez de Montalbán
¡Nostalgia de la patria! ¡Desilusión revelada hace tiempo! Me da absolutamente lo mismo... El dónde, si es para estar sola.
Marina Tsvetáyeva
La altura del soberano depende de la altura de su pueblo.
Marlene Dietrich
La sociedad española está ávida de ejemplaridad en las conductas de los personajes públicos y de ejemplaridad en el castigo a aquellos que roban cuando se les ha otorgado un poder para hacer justicia.
Miguel Ángel Revilla
Hicimos los Juegos Olímpicos, hicimos aprobar y refrendar el Estatut y ahora iremos a por el alzhéimer, y tengo la certeza de que esta enfermedad será dentro de 10 ó 15 años vencible y vencida.
Pasqual Maragall
La prudencia es la base de la felicidad.
Sófocles
Estas páginas. La caja negra de mi corto vuelo.
Valeriu Butulescu
Sin contrarios no hay progreso.
William Blake