La palabra tiene que encarnarse, de lo contrario sólo es un ruido en la boca o, en el mejor de los casos, una buena voluntad que revela lo que debe ser, pero que, de no hacerse carne en los actos y en la vida, se evapora como el agua.
Javier Sicilia
Hablan cuanto quieren. ¡Que hablen! A mí, ¿qué me importa?
Anónimo
Te amo con todo el corazón, porque eres la personita especial que ha llenado mis días, amor mío, nunca me dejes, que te necesito cada día de mi vida.
¿Qué era cuando me parió mi madre? El número uno, el mejor. ¿Quién me ha hecho lo que soy? Yo mismo, sin ayuda de nadie. ¿Qué es lo que soy? ¡El puto amo!
Antonio Resines
Es real lo que la imaginación reinventa.
Francisco Garzón Céspedes
El amor. Claro, el amor. Un año de ardor y llamas y treinta de cenizas.
Giuseppe Tomasi di Lampedusa
El buen humor hace que todas las cosas sean tolerables.
Henry Ward Beecher
Después de que los Estados Unidos engulleran California y la mitad de México, y nosotros fuéramos reducidos a la nada, la expansión territorial de repente se convierte en un crimen. Ha ocurrido durante siglos, y continuará ocurriendo.
Hermann Göring
La relación que existe entre los autores mediocres y la crítica mediocre es más o menos ésta: ninguno se fía del otro.
Homero
Cuando las honras vengan hacia ti, está presto para aceptarlas, pero no te llegues a cogerlas antes de que estén cerca.
John Boyle O'Reilly
Hago el amor bajo la sombra de escorpión. Cuando las voces del abismo callan una miseria imperfecta sube por el cuerpo me azota. Las palabras del poema quiebran.
José Barroeta
El hombre no debería estar al servicio de la sociedad, sino la sociedad al servicio del hombre. Cuando el hombre se pone al servicio de la sociedad, tienes un Estado monstruo.
Joseph Campbell
Me temo que todavía hay bastante machismo soterrado entre los físicos.
Lee Smolin
El poeta es un donante de sangre al hospital de las palabras.
Lucian Blaga
En los de la alcoba: a cada uno una punzada en el coxis y vehemente deseo de mirarse el coxis, de lamerse el coxis. Una contorsión del cuello y el seguir vertiginoso de la cabeza a la curva del cuerpo, sobre manos y pies, en movimiento centrípeto, mientras los vestidos se esfumaban y una curiosa prolongación, arqueada y móvil, les nacía del coxis.
Pablo Palacio
Sólo tuve que tomar la idea de hipertexto y conectarlo con las ideas de TCP y DNS y -¡ha-la!- la World Wide Web.
Tim Berners-Lee