Frase de Javier Marías

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Las mujeres sienten curiosidad sin mezcla y no imaginan o no anticipan la índole de lo que ignoran, de lo que puede llegar a averiguar... - Javier Marías

Las mujeres sienten curiosidad sin mezcla y no imaginan o no anticipan la índole de lo que ignoran, de lo que puede llegar a averiguarse y de lo que puede llegar a hacerse, no saben que los actos se cometen solos o que los pone en marcha una sola palabra.

Javier Marías

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Explorar Frases

Vivir bien es mejor que vivir.

Aristóteles

Las tiendas de flores no tienen nunca cierres metálicos. A nadie se le ocurre robar flores.

Boris Vian

Pienso en la música como en un menú. No puedo comer lo mismo todos los días.

Carlos Santana

La esencia del instinto es que es seguido independientemente de la razón.

Charles Darwin

Brindo por la confusión de nuestros enemigos.

Frank Sinatra

¡Compatriotas! Vuestra estimación es el más dulce premio a que podría yo aspirar. Mi vida es vuestra, y rendirla por la gloria del país, es mi primer deber.

Guillermo Brown

Nunca conocí a nadie que de verdad pensara que yo valía la pena, hasta que te conocí a ti. Y tú lograste que yo también me lo creyera, así que, por desgracia, te necesito, y tú me necesitas a mí.

Jake Gyllenhaal

Tenemos que ser positivos, personalmente y como equipo. Porque sino, nadie mostrará interés en adquirirlo. (el equipo)

Jenson Button

Y no busca nunca, no, ella... Espera, espera toda desnuda, con la lámpara en la mano, en el centro mismo de la noche.

Juan L. Ortiz

Extrañarte es igual a los silencios de una canción, si no están no hay lugar para respirar.

León Gieco

Y ante los tortazos de la vida, este es mi elixir, existir es sentir, aquí sentir es escribir.

Nach

Todos los hombres que emprenden una obra son víctimas y esclavos de sus actos.

Ralph Waldo Emerson

Usa todo lo que te ha hecho daño, todo el dolor que tienes dentro.

Sylvester Stallone

El viento era cada vez más potente. Silbaba con fuerza y hacía que los dos mástiles se combaran como cañas de pescar. Las olas se alzaban y, con la sencillez de quien salta un simple leño, pasaban de un lado al otro del barco, agitadas como una banda de facinerosos, y entonces se las llevaba la corriente. En aquellos momentos, las escotillas se convertían en cataratas.

Takiji Kobayashi

A un corazón irreprochable no se le logra intimidar fácilmente.

William Shakespeare