Los fuegos eternos de esa morada brillaron con nuevo resplandor, y los demonios aumentaron los suplicios de los condenados para mejor gozar con sus aullidos.
Jan Potocki
La primera condición de toda comunicación es el respeto.
Albert Jacquard
Poca observación y muchas teorías llevan al error. Mucha observación y pocas teorías llevan a la verdad.
Alexis Carrel
Los excesos cometidos en nombre de la libertad pueden hacerla odiosa, pero no son obstáculo para que ella sea bella y necesaria.
Alexis de Tocqueville
Las cosas razonables perdurarán, pero sólo las apasionadas vencerán.
Antoine de Rivarol
Afirman los sabios que es costumbre inglesa no murmurar nunca hasta que llega el momento de pagar.
Daniel Defoe
Lo peor de la fama es que bueno llega un momento que con tanto trabajo, tu gente, tu familia, tu tierra, tus seres queridos, todo eso lo echas mucho de menos, y se hace muy pesado a veces, muy duro. Pero, ¡bueno!
David Bisbal
No pongas la confianza en todos los hombres, sino en los que son dignos; lo primero indica estupidez; lo segundo, sabiduría.
Demócrito
Lo concreto, los caminos de la providencia son los medios, los fenómenos en la historia, los cuales están patentes ante nosotros; y debemos referirlos a aquel principio universal.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel
Los que no tienen hijos ignoran muchos placeres, pero también se evitan muchos dolores.
Honoré de Balzac
A aquel que me habla dulcemente, pero no me quiere, le contestaré dulcemente, pero no me fiaré de él.
John Ray
Si no estás preparado para morir por ella, saca la palabra "libertad" de tu vocabulario.
Malcolm X
Bebés y niños pequeños hasta los dieciocho meses más o menos no son superiores mentalmente a los chimpancés de la misma edad. Sólo cuando empiezan a hablar es cuando se marcará una distancia astronómica con el chimpancé
Michael Polanyi
¿Me permites, madre, como ayer, ay, en casa, la discreta, dolorosa rima alemana?
Paul Celan
La tristeza, aunque esté siempre justificada, muchas veces sólo es pereza. Nada necesita menos esfuerzo que estar triste.
Séneca
La energía necesaria reside en mí, ya que con ella tengo para vivir.
Simone Weil