Amo a mi país, ¡Por los arenques que lo amo! Quisiera que ver pudierais las lágrimas que sollozo al pensar en el barco, en el tren de los emigrantes.
El gran corruptor de hombre público es el ego - mirar al el espejo distrae la atención del problema.
Lo que se llama un vestido atrevido no es más que un vestido un poco más convencional que los demás.