Frase de James Joyce

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Consíguelo si puedes. No emplearé contra ti ninguna de las armas que el mundo me ofrece. Si la ley que el dedo de Dios ha escrito en nue... - James Joyce

Consíguelo si puedes. No emplearé contra ti ninguna de las armas que el mundo me ofrece. Si la ley que el dedo de Dios ha escrito en nuestros corazones es la que tú dices, yo también soy una criatura de Dios.

James Joyce

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Aunque es cosa averiguada que el corazón no tiene alas, puede y debe decirse, aceptando la anatomía vulgar, que a Solita se le cayeron las alas del corazón. Salió a la calle sin ver portero, ni portal, ni puerta, ni calle. Ella no veía más que su propia alma, que en aquellos instantes se le presentaba clara y completa con la lucidez que da el dolor. Dio algunos pasos sin saber a dónde iba; pero las rejas de la habitación donde había estado dijeron algo a su entendimiento y se detuvo.

Benito Pérez Galdós

Luchar nunca ha sido el propósito de la vida, sino desarrollarse desde su origen en un fluir de conciencia pura.

Deepak Chopra

La literatura se debe concentrar en glorificar la civilización, la justicia y a aquellos que se oponen a la destrucción.

Doris Lessing

Es mucho más sencillo saber qué hacer con un ángel que con una mujer.

Fernando Trujillo Sanz

Fácilmente se contraen hábitos de lujo y difícil se hace después prescindir de ellos, cuando se han convertido en necesidad.

Fiódor Dostoyevski

Todo lo que quieres está ahí fuera esperando que lo pidas. Todo lo que quieres también te quiere a ti. Pero tienes que actuar para conseguirlo.

Jack Canfield

Tiemblen los tiranos de haber excitado nuestro enojo.

José Gervasio Artigas

Para que un hombre o un muchacho codicie una cosa solo hace falta que la cosa sea difícil de alcanzar.

Mark Twain

Desearía que la gente se quisiese unos a otros como me quieren a mi. Sería un mundo mejor.

Muhammad Ali

Muchas manos hacen ligero el trabajo.

Patten

¡Se aprovecha de mi nobleza!

Roberto Gómez Bolaños

Cualquier hombre por vil o inexperto que pudiera ser era mejor a los ojos de Roma que los legionarios de las "legiones malditas".

Santiago Posteguillo

¿Quién no conoce la divertida historia del niño caprichoso que despertándose a media noche, grita desde su cama: Quiero el rinoceronte? Un niño más juicioso, en vez de despertarse y alborotar, hubiera soñado que jugaba con el deseado animal.

Sigmund Freud

El que puede cambiar sus pensamientos puede cambiar su destino.

Stephen Crane

La vida es un espectro que se mueve en un mundo de espectros.

Thomas Carlyle