Mi niñez se inclina a mi lado. Demasiado lejos para que yo apoye una mano en ella por una vez ligeramente.
James Joyce
Despacito y buena letra, que el hacer las cosas bien, importa más que el hacerlas.
Antonio Machado
Cada persona forja su propia grandeza. Los enanos permanecerán enanos aunque se suban a los Alpes.
August von Kotzebue
El naviero terráqueo sufrirá luego de vuelos espaciales trastornos nerviosos e intestinales. El genético sufrirá alteraciones de peligro para fecundar. El gigantismo será uno, el omnubilismo el otro.
Benjamín Solari Parravicini
Saber que uno se encuentra con aquel que se preocupa por uno, que comprende cada una de las fibras del propio ser y que no será abandonado ni en la más desesperada de las circunstancias, ésa es la relación más preciosa que una persona podía tener.
Christopher Paolini
Si el Partido se lo ordena, un auténticocomunista debe ser capaz de ver blanco lo que es negro y negro lo que es blanco.
Emmanuel Carrère
Se aborrece a los viles, y se ama, con las entrañas toda, a los hombres pudorosos y bravos.
José Martí
Tu oscuridad gesta luces iridiscentes. Lienzos de tiempo caen como harapos. Sobre ruinas nocturnas gira un pájaro ciego, parvada de recuerdos.
Marlene Pasini
No es vergonzoso nacer pobre, lo es el llegar a serlo por acciones torpes.
Menandro
La esperanza siempre nace con el amor.
Miguel de Cervantes
No sé qué es de mi oreja sin tu acento, ni hacia qué polo yerro sin tu estrella, y mi voz sin tu trato se afemina. Los olores persigo de tu viento y la olvidada imagen de tu huella, que en ti principia, amor, y en mí termina.
Miguel Hernández
Sangre remota. Remoto cuerpo, dentro de todo: dentro, muy dentro de mis pasiones, de mis deseos.
En política, un absurdo no siempre es un obstáculo.
Napoleón Bonaparte
La riqueza consiste en el uso adecuado de los bienes.
Plutarco
Pequeño, erizado, asustado, animalillo temeroso, ¡Oh, qué pánico te invade! No necesitas salir corriendo tan deprisa haciendo tanto ruido. (A un ratón)
Robert Burns
Los dioses nos dieron de la filosofía no su conocimiento, pero sí la facultad de alcanzar la sabiduría.
Séneca