Muéstrame un obrero con grandes sueños y en él encontrarás un hombre que puede cambiar la historia. Muéstrame un hombre sin sueños, y en él hallarás a un simple obrero.
James Cash Penney
Puedo detectar una adulación vacía y sé exactamente cuál es mi posición. Al final es realmente sólo mi propia aprobación o desaprobación lo que significa algo.
Agnetha Fältskog
Alma, mujer, inspiradora: rige mi vida entera para siempre.
Agustín Acosta
En ausencia de una responsabilidad rigurosa, florece la incompetencia. Se fomenta y se recompensa la falta de honradez.
Al Gore
Aquel que ama, el mismo se ata y se mata, y se hace de señor siervo, en tanto que todos cuantos ve se piensa que le usurpan su amor, y con muy poca superstición todo en su corazón se perturba y se le revuelve de dentro.
Alfonso Martínez de Toledo
Si yo fuese como una roca y no como una nube, mi pensar, que es como el viento, me abandonaría.
Antonio Porchia
La guerra no es la anomalía, nos comportamos en la guerra como en la paz. Sólo que en la guerra no funcionan los frenos que la sociedad te pone. Pero si a la sociedad en la que estamos le quitas los mecanismos de control, todo es igual que en la guerra.
Arturo Pérez-Reverte
El cuerpo debe estar en perfectas condiciones. Si se deteriora el cuerpo, se deteriora el ajedrez. No se puede separar el cuerpo y la mente.
Bobby Fischer
La mediocridad para algunos es normal, la locura es poder ver más allá
Charly García
Sólo se destruye lo que se sustituye.
Errico Malatesta
Creo en mi corazón, siempre pero nunca vaciado.
Gabriela Mistral
Las personas que comparten y expresan sus sentimientos se adaptan mejor a los cambios.
Luis Rojas Marcos
Ante las gentes de espíritu ligero nos avergonzamos de mostrar afectos profundos.
Madame de Staël
Mi trɑbɑjo no es decirle a tus hijos como ɑctuɑr o como no ɑctuɑr.
Miley Cyrus
La Asamblea Constituyente cometió una gran tontería al abolir la nobleza, lo que humilla a todo el mundo. Yo he hecho algo mejor: he convertido en nobles a todos los franceses, todos pueden sentirse orgullosos.
Napoleón Bonaparte
Sin estudiar enferma el alma.
Séneca