Respeto es lo que debemos; amor lo que damos.
James Bailey
Entre hacer o no hacer, siempre hay que elegir hacer.
Alejandro Jodorowsky
Mucha gente deseosa de alcanzar la inmortalidad no sabe qué hacer en una tarde lluviosa de domingo.
Anónimo
Si la naturaleza prevalece sobre la cultura, se tiene a un salvaje; si es la cultura la que prevalece, a un pedante. Sólo del equilibrio nace el caballero.
Confucio
Carmen siempre ha admirado a los hombres elegantes y convincentes en sus argumentaciones y a lo largo de más de cincuenta años de convivencia sólo he visto otro caso de impacto como el causado por Serrano Suñer y fue el conseguido por López Bravo, ministro de Industria en el gobierno del verano de 1962.
Francisco Franco
Los seres humanos se comportan como seres humanos y no como engranajes en la máquina capitalista.
George Orwell
Hablamos demasiado.
Goethe
Ya sabe desaparecer, le enseñaremos a volverse invisible.
Liam Neeson
La biografia de un filósofo es su sistema.
María Zambrano
Los hombres pueden ser muy sabios y, sin embargo, muy miserables. Es fácil ser un gran matemático o astrónomo sublime, pero muy difícil ser un buen hombre.
Oliver Goldsmith
Sacrificio es no renunciar a las cosas, sino dar a Dios con alegría lo mejor que tenemos.
Oswald Chambers
No tengo sentimiento, pulsión o noción alguna en relación con elementos temporales. Ni con el pasado ni con el futuro. Ya es suficientemente duro ser yo mismo en el presente. En cualquier caso, no tengo los medios para protegerme del futuro. No tengo tiempo para eso. Además, ¿para qué?
Pete Doherty
No se vende mediante el precio, se vende el precio.
Philip Kotler
Mel opinaba que el verdadero amor no era otra cosa que el amor espiritual.
Raymond Carver
¿Qué te haría pensar eso? - preguntó, una contestación al azar, patética, pensó, que enmascaraba el terror que ahora sentía, que por fin se permitía sentir, y que era miedo a una pérdida de personalidad, de voluntad y dirección, miedo a amarlo como aún lo amaba.
William Gibson
Un embajador debe estudiar el bienestar de su país, y no gastar su tiempo en fiestas y motines.
Xenócrates